Tras la polémica, se reescribirá el documento – memorandum de la Comisión Europea que señala no utilizar palabras y nombres que no garanticen «el derecho de toda persona a ser tratada por igual».
El secretario de Estado del Vaticano, cardenal Parolin, también señaló su oposición: «No es así como se combate la discriminación».
El manual de comunicación de la Unión Europea que, invitando a la inclusión, pide evitar ciertas palabras como «Señorita» y «Señora», pero también «Navidad» y retiraron nombres como «María» o «Jesús».
La comisaria de Igualdad, Helena Dalli, anunció: «Estamos examinando estas preocupaciones ,para abordarlas en una versión actualizada».
El cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado, habló al respecto esta mañana, explicando que lamentablemente la tendencia es a homologar todo, sin saber respetar las justas diferencias, lo que al final corre el riesgo de destruir a la persona.
PREGUNTA: Su Eminencia, ¿qué piensa al respecto? ¿Por qué pasó esto?
R.- Creo que la preocupación por borrar toda discriminación es acertada. Es un camino del que cada vez hemos adquirido más conciencia y que, por supuesto, también debe traducirse en el campo práctico. Sin embargo, en mi opinión, ciertamente esta no es la forma de lograr este objetivo. Porque al final existe el riesgo de destruir, aniquilar a la persona, en dos direcciones principales. La primera, la de la diferenciación que caracteriza a nuestro mundo, la tendencia lamentablemente es a homologarlo todo, sin saber respetar ni siquiera las justas diferencias, que por supuesto no deben convertirse en oposición o fuente de discriminación, sino que deben integrarse precisamente para construir una humanidad plena. . e integral. El segundo: el olvido de lo que es una realidad. Y quien va en contra de la realidad se pone en grave peligro. Y luego está la anulación de lo que son las raíces, especialmente en lo que respecta a las fiestas cristianas, la dimensión cristiana de nuestra Europa también. Por supuesto, sabemos que Europa debe su existencia e identidad a tantas contribuciones, pero ciertamente no se puede olvidar que una de las principales contribuciones, si no la principal, fue el propio cristianismo. Por tanto, destruir la diferencia y destruir las raíces significa destruir a la persona.
PREGUNTA: El Papa se prepara para emprender un viaje a Europa donde sin duda la cultura, la tradición y los valores marcan un camino de acogida. Sin embargo, hay quienes siguen construyendo una Europa que borra sus propias raíces …
R.- Sí, me parece que el Papa, incluso en el video mensaje que dirigió a Grecia y Chipre antes de su partida hace unos días, enfatiza precisamente esta dimensión europea: es decir, ir a las fuentes de Europa, luego redescubrir cuáles son los elementos constitutivos. Ciertamente, la cultura griega es uno de estos elementos. Entonces, el Papa también se refiere a Chipre como uno de los vástagos europeos de Tierra Santa. Entonces me parece que este viaje llega en el momento justo, es un viaje que nos llama de regreso a estas dimensiones fundamentales que no se pueden cancelar. Debemos redescubrir la capacidad de integrar todas estas realidades sin ignorarlas, sin combatirlas, sin eliminarlas y marginarlas.
Por Massimiliano Menichetti..
