“Estamos ahora condicionados para nuestras fiestas por COVID-19, pero la fiesta no se hace en los templos solamente o en las plazas, la fiesta se hace en el corazón”, expresó el Obispo de Querétaro, Mons. Fidencio López Plaza, quien sostuvo que la misión de Cristo de la Virgen María es que sus hijos estén sanos y que estén felices.
En entrevista exclusiva con Noticias de Querétaro, Mons. Fidencio López Plaza afirmó que la alegría no se compra, sino que “la alegría es un don de Dios que te da y tú puedes hacerla y descubrirla en cualquier parte si estás dispuesto”.
Tras el anuncio realizado por las autoridades civiles respecto al cierre de templos los días 11, 12 y 13 de diciembre, la Diócesis de Querétaro determinó centrarse al “Segundo Momento” indicado en el Comunicado emitido el pasado 25 de noviembre, en el cual se establecía el centrarse en “celebraciones privadas o muy restringidas, a puerta cerrada, con extremadas precauciones y transmitidas por redes sociales”.
A través de un comunicado emitido ayer y firmado por el Obispo de Querétaro, Mons. Fidencio López Plaza, la Diócesis de Querétaro puntualizó que en este momento se deben suspender todas las peregrinaciones, encuentros, juegos pirotécnicos, música y eventos que favorezcan la concentración masiva de los fieles.
Asimismo, establecieron aplazar las confirmaciones para el “Tercer Momento”. En caso impostergable, todas las confirmaciones programadas para los días 11, 12 y 13 se habrán de llevar a cabo en privado, a puerta cerrada y con precauciones extremas.
A partir del 13 de diciembre continuarán las indicaciones establecidas desde el pasado 25 de noviembre.
“Es tiempo de aprovechar la misión que la familia tiene de ser ‘Iglesia Doméstica’ para lo cual les animo a: realizar en su casa un altar a la Virgen María, rezar el santo rosario y ganar la Indulgencia Plenaria, unidos a las intenciones del Papa. Valiéndonos de los subsidios de la Comisión Episcopal para la Liturgia”.
Con información de Noticias la verdad cada mañana/Enrique Zamudio