La enseñanza, la mejor estrategia para vencer el mal.

ACN
ACN
  1. JESUCRISTO ENSEÑABA COMO QUIEN TIENE AUTORIDAD

Para ser maestro se requiere autoridad, no de mando sino de servicio. Jesucristo enseñaba no como los escribas, sino con amor, humildad y paciencia; siempre trataba de hacer más clara su enseñanza a través de las parábolas, a sus discípulos les explicaba en privado y a los maestros de la ley que le querían poner una trampa, los desenmascaraba con sutileza. La verdad fue el eje trasversal de su enseñanza y la pedagogía que utilizaba era la del amor. Tenía la habilidad de interpretar la ley haciendo una exegesis profunda y práctica.  Culminaba su enseñanza con un signo: una curación, un milagro, una bendición, la expulsión de un demonio o el perdón de un pecador. Su enseñanza era teórica-práctica. Enseñaba con autoridad, pues poseía la verdad y buscaba siempre el bien de las personas.

 

  1. ¿QUÉ NUEVA DOCTRINA ES ÉSTA?

No se trataba de una nueva doctrina sino de una enseñanza con autoridad, porque él no vino a abolir la ley, sino a darle plenitud (Mt 5,17). Sin embargo, Jesucristo les habla a los discípulos de un mandamiento nuevo: “que os améis los unos a los otros, como yo os he amado” Jn 13,34. Es la doctrina del amor y del perdón la que marcan el punto central de su predicación, por encima de la justicia y de la ley. Jesucristo pone a la persona por encima de la Ley, del Sábado y del Templo: para Él es más importante curar a una persona en Sábado que dejarla morir (Mc 3,4), es más urgente ir a pedir perdón a un hermano que  presentar una ofrenda para el Templo (Mt 5,23-24), es más valiosa la persona  que la Ley (Mt 12,3-5).  Además, cuando hace una exégesis de la Ley, no toma el sentido literal sino el sentido del espíritu con que fue inspirada y escrita (Han oído que se dijo….pero Yo les digo. Cf. Mt 5, 17-48)

 

  1. ¿HAS VENIDO A ACABAR CON NOSOTROS?

El mal siente miedo y temor ante la llegada del Mesías que viene a darle plenitud y cumplimiento a la Ley (Mt 5,17): “Herodes se sobresalta y toda Jerusalén con él” Mt 2,3; Los demonios se le someten: “¿Has venido a acabar con nosotros?” Mc 1,24. Los pecadores se arrepienten: “le devolveré cuatro veces más a quien haya defraudado” Lc 19,8. Jesucristo, al anunciar la llegada del Reino de los Cielos, realiza estas obras: expulsa a los demonios, libera a las personas del mal, cura a los enfermos y llama a los pecadores al arrepentimiento y conversión. Sus acciones acaban con el mal: el demonio, la enfermedad y el pecado. Hoy en día, es bueno seguir luchando contra el mal existente en el mundo, anunciando la Palabra de Dios.

Conclusión: la enseñanza vence a la ignorancia, por lo cual, una sociedad que aspira a fortalecer la educación de sus miembros siembra las bases de un verdadero desarrollo humano. Decía san Pablo que “el mal sólo se vence a fuerza del bien” Rm 12,21, por ello, como una estrategia de evangelización debemos atacar la raíz de todos los males: la ignorancia, la mentira y la corrupción.

 

Por: Pbro. Crispin Hernández Mateos

Comparte:
By ACN
Follow:
La nueva forma de informar lo que acontece en la Iglesia Católica en México y el mundo.