* Hablaron del Espíritu Santo como un «fluido» y no como lo que es: una Persona divina.
El prefecto emérito de la Congregación para la Doctrina de la Fe, el cardenal Gerhard Ludwig Müller, declaró en KATH Que está profundamente decepcionado con el actual Sínodo de los Obispos en el Vaticano. El cardenal, que a su vez es delegado en el Sínodo de los Obispos, y en dos Comunicados, que aquí, por su importancia, los reproducimos a continuación íntegramente.
“Mi influencia en el Sínodo fue completamente limitada. Pude hablar públicamente solo una vez. Sin embargo, las conversaciones en torno a la mesa fueron buenas. Sólo fue notoria la influencia en todo el Sínodo y la agenda en todo de: la bendición de la sexualidad extramatrimonial, antes y fuera del matrimonio; diaconado y ordenación sacerdotal de las mujeres y la nivelación de la diferencia entre sacerdotes, obispos y laicos.
Esta temática se hizo también en la selección, por párte de los organizadores, de los miembros del Sínodo para la rueda de prensa, donde repitieron monótonamente esas mismas tesis.
Para los herejes y los globalistas no existió la prohibición papal de guardar silencio. El llamado a la armonía significó para los organizadores del Sínodo que no se permite a nadie oponerse a esta agenda si no quiere ser puesto en la picota como rigorista, tradicionalista, clerical.
En forma totalmente no católica/no ortodoxa, se habló siempre del Espíritu sin tener en cuenta que el Espíritu Santo es una persona divina y no un fluido, y que por lo tanto sólo puede ser mencionado siempre junto al Hijo y al Padre. Cf. 1 Jn 4, 1ss (véase más abajo*). Sólo quien cree en el Hijo de Dios encarnado tiene el Espíritu de Cristo, distinto del espíritu del mundo o del espíritu del anticristo”.
- El pasaje bíblico 1 Juan 4, 1ss dice: 1 Carísimos, no creáis a todo espíritu, sino poned a prueba los espíritus para ver si son de Dios; porque muchos falsos profetas han salido al mundo. 2 Conoced el Espíritu de Dios en esto: todo espíritu que confiesa que Jesucristo ha venido en carne, es de Dios; 3 y todo espíritu que no confiesa a Jesús, no es de Dios, sino que es el espíritu del Anticristo, del cual habéis oído que está por llegar, y ahora ya está en el mundo. 4 Pero vosotros, hijitos, sois de Dios y habéis vencido a los falsos profetas, porque Aquél que está en vosotros es más grande que el que está en el mundo. 5 Ellos son del mundo; por eso hablan tal como habla el mundo y el mundo los escucha. 6 Nosotros somos de Dios. El que conoce a Dios nos escucha; el que no es de Dios no nos escucha. En esto conocemos el Espíritu de la verdad y el espíritu del error.
Declaración del Cardenal Müller durante el Sínodo de los Obispos del 6 de octubre de 2023:
Una iglesia que ya no confiesa, como lo hizo Pedro, que Jesús es el Cristo, el Hijo vivo de Dios, ya no es la Iglesia de Jesucristo.
El Hijo del Padre y el Ungido del Espíritu Santo es en su Persona el Camino hacia Dios. En términos griegos: Él es He Hodos [El Camino] y la iglesia peregrina toma el camino hacia el hogar eterno sin [con] Christo.
Por tanto, por su naturaleza y misión, la Iglesia de Cristo es sinhodos con Cristo. El nombre de la iglesia es converntus et congregatio, es decir, systema kai synodos, como dice Juan Crisóstomo en el comentario al Salmo 149, 1 (PG 55, 493). De ello resulta la interpretación cristológica y trinitaria de los predicados de una iglesia sinodal: participación, comunidad y misión.
1. Ser cristiano significa participación de la naturaleza divina y participación del sumo sacerdocio de Cristo y especialmente del sacerdocio pastoral.
2. Como sacramento de la salvación del mundo en Cristo, es un signo e instrumento de la comunión más íntima con Dios y la unidad de toda la humanidad.
3. La Iglesia sacramental es el Cristo presente y, por tanto, la continuación de la misión del Padre del Hijo para la redención del mundo. El mismo Señor resucitado dice a los apóstoles y a sus sucesores: “Id y haced discípulos a todas las naciones”, sin excluir en modo alguno a los chinos (!) de la fe y del bautismo en China… Y como hizo con los discípulos de Emaús, Por eso hoy nos promete quedarse con nosotros y acompañar de manera sinodal a su Iglesia peregrina hasta el fin del mundo.
Declaración en español del Cardenal Müller en el Sínodo de los Obispos el 11 de octubre de 2023 en su totalidad, en su propia traducción
El texto original en español:
El Vaticano II es la mejor guía para orientar la Iglesia en el siglo veintiuno. Porque su doctrina es la auténtica expresión de la fe católica.
Quisiera decir solo algo sobre el sacerdocio ministerial.
“Presbyterorum Ordinis” señala las tareas importantes que los sacerdotes ordinados deben realizar en la renovación de la Iglesia de Cristo. El sacerdocio sacramental no es un grado superior dentro del sacerdocio común de toda la iglesia, como dijeron los protestantes: Más bien vale “El sacerdocio de los presbíteros supone, ciertamente, los sacramentos de la iniciación cristiana, pero se confiere por un sacramento peculiar por el que los presbíteros, por la unción del Espíritu Santo, quedan marcados con un carácter especial que los configura con Cristo Sacerdote, de tal forma, que pueden obrar en nombre de Cristo Cabeza.” (PO 2)
Es Cristo mismo quien llama, enseña, forma a sus apóstoles y a sus sucesores y les hace partícipes de su consagración y misión del Padre (PO 2).
La crisis de vocaciones, por tanto, no proviene de la gracia divina y del estilo carismático de vida del celibato, sino que, en el caso de abusos sexuales o espirituales, resulta de defectos psicosociales y morales de hombres individuales, especialmente cuando uno desprecia los mandamientos sexto y noveno del Decálogo. Pero también sabemos que algunos inocentes han sido acusados simplemente por ser sacerdotes y para socovar la crediblidad de la Iglesia.
El grave pecado del abusos deshonestos de adolescentes o la impudicia entre personas del mismo o del sexo opuesto excluye del reino de Dios (1 Cor 6,9; Rom 1, 26f).
Un pecado mortal es el contrario a una expresión de amor de Dios.
Porque Dios nunca bendice el pecado que separa al hombre de la fuente de la vida eterna y lo lleva a la ruina.
Al formar a los seminaristas para que sean buenos pastores que den su propria vida por el rebaño de Cristo, no debemos adoctrinales con repetir la fraseología neo-marxista y pseudo-psicológica de la revolución cultural del siglo pasado, sino que debemos orientarles en el amor personal a Cristo con respecto a la antropología y la teoría moral y social cristianas como lo hizo magníficamente el Concilio en «Gaudium et spes».
Toda división de la Iglesia en el esquema de izquierda-derecha de los partidos políticos o en direcciones ideológicas fracasa.
La unidad de la Iglesia no se establece mediante una fórmula de compromiso, sino que tiene su origen y fuente constante en Cristo, su Cabeza, que mantiene unidos a todos los miembros de su cuerpo, que es la Iglesia.
Nadie puede poner otro fundamento que el que ya está puesto: Jesucristo.
Este sínodo de obispos dará frutos sólo si seguimos el camino nuevo y recto del Syn-hodos, la compañía con Cristo, es decir, cuando seguimos a Aquel que se ha revelado en su persona como He Hodos, el camino, la verdad y la vida.
CIUDAD DEL VATICANO.
