El sacerdote Salvador Valadez Fuentes fue expulsado por haber cometido supuestos actos de abusos de poder, de autoridad, manipulación de la conciencia y abusos sexuales en contra de sus mismas religiosas, de mujeres laicas y de menores en Chiapas.
La salida del religioso fue informada por el Vaticano. El 12 de enero, Valadez Fuentes recibió un documento enviado desde Roma con el que le notificaron, a través del arzobispo Fabio Martínez Castilla de la diócesis de Tuxtla Gutiérrez, que fue expulsado del sacerdocio.
Tras ello se inició una investigación canónica por una denuncia presentada en Estados Unidos en la Diócesis donde sus religiosas están realizando apostolado. La Diócesis notificó a la Santa Sede y ésta ordenó iniciar una investigación al entonces sacerdote.
En la Arquidiócesis de Tuxtla surgieron otras denuncias de hechos ocurridos en Colombia y se unieron otras denuncias de abusos ocurridos en el Convento El Buen Pastor y en Ixtapa, donde él fue párroco algunos años.
En 2021, el arzobispo Fabio Martínez Castilla le ordenó recluirse en un monasterio benedictino de Veracruz y le prohibió el ejercicio público del ministerio sacerdotal, hasta que la Congregación del Clero concluyera la investigación (juicio canónico) desde Roma.
Los hechos que se estudiaron fueron de abusos cometidos desde el inicio de los años 90 cuando apenas comenzaba la fundación del convento de las religiosas y se siguieron a lo largo del ministerio ejercido.
Todos los testimonios fueron recabados bajo la conducción de Monseñor Fabio Martínez Castilla, en la cual la Arquidiócesis, envió todo a la Congregación del Clero. El 06 de noviembre del 2021, el papa Francisco ordenó la dimisión del estado clerical y la dispensa del celibato, es decir, la expulsión del sacerdote Salvador Valadez Fuentes.
Hace algunos días, el arzobispo de Tuxtla también envió un comunicado a todos sus sacerdotes de la Arquidiócesis informando que Salvador Valadez Fuentes había sido encontrado culpable de los delitos que el Código de derecho canónico denomina “delitos contra el sexto mandamiento del decálogo” es decir abusos sexuales y que ya no formaba parte del clero de la diócesis por haber sido expulsado del sacerdocio.
Además, ya fueron notificadas las victimas denunciantes a través del Arzobispo, el Vicario General Pbro. José Luis Espinoza, y los dos canonistas que colaboran en la curia diocesana.