Esposa de exembajador de Honduras en el Vaticano, reitera acusaciones contra el cardenal Maradiaga

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 Hoy en Roma (en la Sala San Pio X de via della Conciliazione) el cardenal Óscar Andrés Rodríguez Maradiaga presenta el libro-entrevista Praedicate Evangelium. Una nueva Curia para un tiempo nuevo (Publicaciones Claretianas), volumen en el que el cardenal responde a las preguntas del padre Fernando Prado Ayuso, director editorial de la editorial, sobre la reforma de la Curia romana, un proyecto que vio a Maradiaga en un momento muy destacado papel como coordinador del Consejo de Cardenales buscado por el Papa Francisco. 

El libro, ya presentado en Madrid, tiene pues como protagonista a un cardenal muy apreciado por Francisco pero que en su país, Honduras, está en el centro de acusaciones y polémicas. 

Acusaciones que interpreta Martha Alegría Reichmann, viuda del exembajador de Honduras ante la Santa Sede Alejandro Valladares, quien nos envió un artículo en el que refuta la línea defensiva del cardenal.

Recordemos que Martha Alegría Reichmann escribió un libro sobre este tema , Traicione sagradass, en el que también denuncia cómo ella y su marido fueron engañados por Maradiaga: el cardenal, que era muy amigo de los Valladare, los habría inducido a confiar todos sus ahorros a una persona de confianza, y aunque la inversión resultó ser un fracaso total, Maradiaga – dice la Sra. Reichmann – nunca quiso asumir sus responsabilidades. Tras el artículo de Martha Alegría Reichmann propongo el video con la entrevista (en español, pero muy comprensible) en la televisión hondureña en la que el cardenal sustenta sus razones y responde a las acusaciones. 

Aldo María Valli

***

La verdad destruye las mentiras

di Martha Alegría Reichmann*

Escribo este artículo porque quiero demostrar de manera muy clara y contundente cómo el Cardenal Oscar Andrés Rodríguez Maradiaga logró magistralmente engañar y manipular al noble pueblo hondureño, y en especial a los fieles católicos, durante muchos años.

Hace unos años el cardenal concedió una entrevista a Suyapa Medios(un canal católico hondureño) para tratar de defenderse de las fuertes acusaciones del periodista Emiliano Fittipaldi, que dio la vuelta al mundo.

Las acusaciones se hicieron por los 35 mil euros mensuales que el cardenal recibe desde hace años de la Universidad Católica de Honduras. En su nombre, y sin saberlo. Pero la universidad no es propiedad privada del cardenal. Pertenece a la diócesis de Tegucigalpa.

Al comienzo de la entrevista el entrevistador (seguramente instruido por los superiores) comienza a manipular al espectador con esta frase: «Estás acusado de algo que parece más una persecución contra la Iglesia».

El cardenal siempre ha dicho que cada vez que lo atacan en realidad quiere atacar al Papa, oa la Iglesia, y por eso cree que puede salirse con la suya.

Aquí hay algunos extractos de la entrevista, con mis comentarios (en cursiva).

1) Su Eminencia dice que salía de una reunión en el Vaticano, donde disertaba sobre el tema «Ética en acción». En otras palabras, se presenta como un hombre de «ética».

2) Continúa diciendo que cuando salió escuchó la noticia y se sorprendió muy negativamente porque era cosa del pasado, que ya se había trasmitido en Honduras hace un año.

¿No sabe el Cardenal que los casos pueden ser «resucitados» en cualquier momento si hay nuevos indicios como los presentados por el periodista italiano Emiliano Fittipaldi?

3) “La publicación -añade Maradiaga- apareció en una revista italiana, l’Espresso, que se dedica a publicar escándalos contra la Iglesia y atacar al Santo Padre”.

Esto no es verdad. El cardenal mintió. Conozco a Fittipaldi desde el día que me entrevistó y en una ocasión me dijo que tenía suficiente material para publicar pero que la revista no se lo permitía.

4) El Santo Padre me llamó y me dijo: “Me duele todo lo malo que te han hecho. No te preocupes».

Si es cierto que el Papa le dijo esto, no es de extrañar, porque lamentablemente siempre ha tratado de encubrir a Rodríguez Madadiaga.

5) El cardenal continúa: “Estoy en paz. Estoy con el Señor Jesús que conoce el corazón de todos y sabe lo que hay en estas personas”.

No tengo palabras para comentar semejante cinismo. Y lo peor es que dice todo esto mientras sostiene un crucifijo contra su pecho.

6) [La acusación] salió de Honduras, de una persona que trabajaba en la Universidad Católica y fue despedida por tener una conducta deshonesta en la administración de los fondos.

Esto es una mentira. El informe salió de la propia universidad, de varias personas que estaban indignadas por lo que allí estaba pasando. En realidad hubo una persona que fue despedida después de manejar las finanzas de la universidad durante veinte años, una persona impecable que recibió sus beneficios en su totalidad (al que roba no lo despiden con beneficios). Este empleado fue reemplazado por el Sr. José Francisco Martínez. Barahona, hermano del padre del Cardenal.

7) En su monólogo Maradiaga afirma: “La ética de un comunicador, cuando se trata de difundir algo que toca a una persona, primero debe esforzarse por hablar con la persona”.

En ese momento Maradiaga no sabía que Fittipaldi había escrito en su artículo que había buscado al cardenal pero que se había negado a hablar con él.

8) Dice del periodista Emiliano Fittipaldi que es famoso por haber publicado libros infames contra la Iglesia. Incluso ha sido sometido a un juicio en el Vaticano. “Es un periodista inmoral, condenado a la bancarrota por publicaciones difamatorias”.

Fittipaldi escribió los libros Lust and Greed y fue demandado por el Vaticano, pero lo que no dijo el cardenal es que no fue declarado culpable, en parte, porque solo publicó la verdad. ¿Por qué el cardenal llama infames a sus libros? Sencillamente porque en Lujuria cita el famoso caso en que su eminencia reverendísima Maradiaga escondió al padre Henrique Vásquez cuando huía de la policía costarricense acusado de violación de niños. Él tiene la evidencia.

Sé que Fittipaldi es muy respetado en Italia y fuera de Italia. Se fue a vivir a Irlanda durante un año para investigar casos de abuso. No tengo conocimiento de que publiques mentiras.

Pero, ¿quién en Honduras había oído hablar de Emiliano Fittipaldi? Nadie, y el cardenal sabía esto, así que se sintió libre de difamarlo y calumniarlo.

9) El cardenal recuerda que el caso fue «resucitado» con tintes de escándalo una semana antes de la fecha límite para la presentación de su renuncia porque había cumplido los setenta y cinco años y que hasta la gente más sencilla le había dicho: «Esto es no contra vosotros, es contra el Santo Padre. Es para torcerle el brazo y hacerle decir: más vale que te vayas porque eres demasiado malo con la prensa internacional”.

Pero si se le acusó de cobrar los 35.000 euros al mes es porque los cobró. El reportero publicó la evidencia. Sin embargo, el cardenal siempre intenta involucrar a terceros o inventar situaciones para salvarse.

10) Afirma que los que están en su contra son calumnias. Que no recibe fondos para sí mismo, que lo que recibe lo gasta en sacerdotes, iglesias y pobres. Ha enumerado muchos trabajos que ha realizado con el dinero que le da la universidad.

Aquí no solo dice mentira, sino que confiesa un delito, pues las obras que menciona las hace con el dinero que recibe de las cuarenta parroquias de la arquidiócesis de Tegucigalpa, con los aportes de los fieles, como una especie de “diezmo”. . En 2015 recibió 8,9 millones de lempiras de parroquias [la moneda de Honduras, NdT]. Así lo documenta el informe que los obispos hondureños presentaron al Papa durante su visita ad limina .

El cardenal miente cuando dice que no recibe fondos porque en 2015, como todos los años, recibió 14,5 millones de lempiras de la Universidad Católica, lo que aparece en el informe contable de la universidad (prueba también presentada por el propio Fittipaldi) pero no aparece en el informe de la archidiócesis, presentado al Santo Padre. Tampoco aparece por ningún lado cómo gasta ese dinero.

Los 14,5 millones se esfumaron. Esto es lo que mostró Fittipaldi.

11) “El Señor sabe en qué se gastan estos recursos y sabe cómo es mi vida. No necesito nada más que seguir la palabra de Dios y la palabra de Dios nos dice: ¿Quién subirá al monte del Señor? ¿Quién podrá entrar en sus habitaciones?”.

Por supuesto, el Señor sabe lo que hace Maradiaga con el dinero y sabe que no lo gasta como dice. El Señor sabe que el cardenal miente miserablemente.

12) La noticia contra mí se publicó en el momento preciso en que tengo que renunciar, para torcer el brazo del Papa y hacerle decir: “Mira, estás desacreditado internacionalmente. Será mejor que te vayas. Y lo que no quieren es que se reforme la curia”.

La misma frase banal, siempre repetida: “No quieren la reforma de la Iglesia, por eso me atacan. No quieren al papa, por eso me atacan”. Pasó años escondiéndose detrás de lo mismo.

13) El hombre de manos inocentes y de corazón puro no calumnia a su prójimo ni habla en falso difundiendo calumnias sabiendo que no son verdaderas.

Pero está haciendo justo lo que dice que no se debe hacer. ¡Está calumniando, está hablando falsamente sabiendo que no es verdad!

14) Trate de vivir la vida de acuerdo con la verdad y no crea en la calumnia.

Aquí el cardenal aconseja vivir la vida según la verdad mientras él la vive según la mentira y trata de convencer a los que aún no están convencidos de que se trata de una calumnia.

15) La difamación es un delito punible. Calumnias y medias verdades, decían los Padres de la Iglesia. Sentiste algo contra tu prójimo… déjalo morir en ti.

Condena las verdades a medias y solo dijo verdades a medias. Dijo que Fittipaldi fue juzgado, pero no dijo que salió inocente.

16) Ahora parece que la cultura de esta falsa comunicación es: escuchaste algo contra tu prójimo…. ¡Extiéndelo!

La comunicación falsa la hace el propio cardenal. Además, nos está diciendo que guardemos silencio sobre lo que sabemos de él. No quiere que se propague. Quiere que permanezca en secreto.

17) Ese reportero no tiene credibilidad. Está condenado al fracaso como comunicador. Aparentemente, puede cubrirse con fondos de libros infames y publicaciones totalmente difamatorias.

El reportero tiene credibilidad. Es muy respetado dentro y fuera de Italia y aunque el Vaticano intentó condenarlo, fracasó.

18) Ruego que Dios toque el corazón de este reportero y se convierta, y pido por los que insultan a este humilde servidor. Estoy en las manos del Señor y es Él quien guía mi vida y la seguirá guiando.

Aquí el cardenal se presenta como generoso y como víctima. Oren por aquellos que lo acusan de algo falso. ¡Y atrévete a decir que está en las manos del Señor! Tal persona solo puede ser guiada por el diablo. No del Señor.

19) Aprovecho, querido Carlos, para expresar mi profundo agradecimiento al Pastor Solorzano por llamarme y manifestarme su solidaridad y apoyo ante esta situación de calumnias.

Aquí se ve muy claro que los canallas se están apoyando (este pastor de la iglesia evangélica fue parte del régimen dictatorial del expresidente Juan Orlando Hernández) y le agradece en público por demostrar que hay alguien que se solidariza con él .

Nos ha quedado muy claro que su «Reverendísima Eminencia» reacciona atacando a quienes lo cuestionan. No sabe responder y no puede negar su vergüenza, por lo que sólo puede denigrar, y se enfurece con cualquiera que le recuerde sus pecados: el escándalo de la inmo<ralidad en el seminario mayor de Tegucigalpa, veinte años bajo el mismo techo con Juan José Pineda, el escándalo por la presencia de Erick Cravioto en su casa por muchos años, el escándalo de los 35 mil euros mensuales, el escándalo de la falta del dinero de la familia del embajador Valladares, los 31 millones de lempiras que le dio el gobierno de Honduras (1,4 millones de dólares) para los pobres pero dilapidados «para los amantes» por su asistente Juan José Pineda con la anuencia del cardenal. El encubrimiento de delitos sexuales contra menores cometidos por algunos sacerdotes protegidos. El encubrimiento del asesinato de su chofer… hasta ahora impune. Sacerdotes fieles a Cristo suspendidos de sus ministerios

Ante el repudio del pueblo hondureño, el cardenal dice: “Yo no me escapo, porque el que nada debe, nada teme”.

“Porque no hay nada oculto que no deba manifestarse, ni secreto que no deba ser conocido y salga a la luz” (Lucas 8:17).

* autor de Traiciones sagradas

Aquí el video de la entrevista a la que se refiere Martha Alegría Reichmann:

 

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