En X, un interesante tuit de Austn Ivereigh, un amigo cercano y colaborador de Francisco, sobre la situación:
» Las noticias que llegan de Roma siguen siendo preocupantes, si no (todavía) alarmantes. Oremos por el Papa Francisco, para que el tratamiento sea eficaz, por el equipo que le atiende. Oremos por su serenidad y consuelo, para que pueda experimentar el tierno toque de Dios «.
Por otra parte, el boletín de la Santa Sede informa que el Papa vio la Misa por televisión:
» Esta mañana recibió la Eucaristía y siguió la Santa Misa por televisión«.
Este nuevo desliz de la Oficina de Prensa de la Santa Sede es tanto o más grave y alarmante que la salud del Papa mismo, y obliga a las siguientes preguntas:
¿Ve el Papa la misa por la televisión y no hay nadie, nadie, nadie, ningún sacerdote en toda Roma, en toda Italia, que se la celebre en la capilla o en su habitación, y le dan la Eucaristía “a buffo”?
¿ El Papa de la Iglesia Católica se conforma con una misa transmitida por televisión?
Luigi Casalini.
Lo que dice Luis Badilla:
El empeoramiento del estado de salud del Papa Francisco.
* Durante el último mes, todo ha ido empeorando y la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC) ha obligado al ilustre paciente a ser hospitalizado. Semanas muy difíciles para el Papa Bergoglio.
Al final de la mañana del viernes 14 de febrero, el Santo Padre, después de una visita secreta hace unos días al hospital Fatebene Fratelli (Isla Tiberina, Roma), fue ingresado en el Policlínico Romano “Agostino Gemelli” para “algunas pruebas diagnósticas necesarias”, afirma el comunicado de la Santa Sede. Y esto es cierto, pero más cierto aún es lo que se añade: “continuar el tratamiento de la bronquitis en el entorno hospitalario”. Y ésta es la situación más plausible.
Infección del tracto respiratorio. Estado regular.
Comunicado de Prensa N°1 (14 de febrero de 2025 – Aproximadamente a las 18.30 horas). «Tras el agravamiento de su bronquitis en los últimos días, el Santo Padre ha sido sometido a exámenes especializados y ha iniciado un tratamiento farmacológico hospitalario. Los primeros análisis realizados demuestran una infección de las vías respiratorias. Su estado clínico es aceptable; presenta un poco de fiebre».
Es importante señalar que la enfermedad del Papa se encuentra en una crisis aguda donde la administración de cortisona, después de los primeros días, resultó ineficaz. Este hallazgo, visible al ojo clínico durante al menos dos semanas, requirió una hospitalización de urgencia un tanto improvisada. Nada especial ni escandaloso: el paciente, de 88 años, poco colaborador, se encuentra en un estadio patológico muy delicado.
En cuanto a la bronquitis, no existe diagnóstico que realizar. Esta delicada enfermedad, es conocida y está clínicamente documentada, viene afectando al Papa desde hace algunos años y conforme pasa el tiempo se agrava porque es degenerativa y crónica. Por eso, para asistirlo y apoyarlo, el Papa fue ingresado en un hospital bien equipado, con excelentes especialistas en neumología, algo que sería imposible en Santa Marta, que sigue siendo un hotel, donde el Pontífice está siempre “de guardia”. El Papa Bergoglio, como hemos escrito en todos los últimos Newsletters, debe encontrar el modo de hacer compatibles sus condiciones de vida (como paciente múltiple) con su misión.
No tomar medidas tan radicales y convencidas, con la colaboración del paciente, sólo empeoraría todo.
Relato de los últimos días antes de la hospitalización
Del Jubileo Militar al Policlínico Gemelli
∎ Jubileo Militar. El Santo Padre interrumpe la lectura de la homilía por problemas respiratorios.
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El domingo 9 de febrero, el Papa tuvo que interrumpir la lectura de la homilía eucarística que presidía con motivo de la Jornada Jubilar de los Militares (al menos 30 mil personas estaban presentes en la Plaza de San Pedro). Según anunció el propio Francisco, “problemas respiratorios” no le permitieron continuar con la lectura y por ello el texto pasó a manos del Maestro de las Celebraciones Pontificias, Mons. Diego Ravelli, quien completó la lectura. Antes de la entrega, Francesco, sorprendentemente, había aclarado: «Ahora me disculpo un poco, y le pido a la profesora que continúe con la lectura, debido a la dificultad para respirar «. Hasta la interrupción, aunque con voz débil y sin aliento, el Papa había logrado leer, añadiendo algunas reflexiones improvisadas.
(Nota – Algunos segundos del vídeo que se volvió viral.)
∎ ¿Qué pasa con la salud del Papa Francisco?
Básicamente, la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC) que afecta al Papa desde hace algunos años, se hizo públicamente evidente hace dos años. En la práctica, éste es el tercer periodo invernal consecutivo en el que el Santo Padre tiene que afrontar estas dificultades.
Estilo de vida.
En las últimas semanas ha sido visible el agravamiento de la bronquitis del Papa Francisco y todo indica que se encuentra, una vez más, en una fase de exacerbación que debe ser combatida con terapias específicamente dirigidas a reducir los síntomas con los llamados fármacos broncodilatadores. Las crisis agudas provocan mayores déficits ventilatorios y funcionales (disnea) favoreciendo también la aparición de insuficiencia respiratoria que requiere el uso de oxígeno domiciliario, o mejor aún, hospitalario. En algunas situaciones también está previsto el uso de cortisona, que Francesco ya venía utilizando desde hacía tiempo y que había demostrado ser inútil, más bien contraproducente.
En este tipo de pacientes, el estilo de vida es un componente importante del tratamiento ya que es esencial para la prevención. El objetivo es ayudar al sistema inmunológico. Algunos consejos de los expertos son: evitar lugares concurridos, tener una dieta rica en proteínas, frutas y verduras, porque la bronquitis con el tiempo lleva a una oxigenación defectuosa. El cuerpo del paciente tiende a utilizar proteínas musculares y esto empeora la ventilación pulmonar que utiliza el diafragma como músculo principal.
Analistas singulares.
La hipótesis generalizada es que los periodistas llamados “vaticanistas” son los profesionales mejor informados sobre los complejos e intrincados asuntos del Vaticano y, por tanto, sobre el Papa. En las últimas semanas, sin embargo, no han ido más allá de la frase habitual: el Papa sufre bronquitis y su estado está empeorando debido a los resfriados estacionales. Obviamente, este no es el caso.
Contar la historia de esta manera esconde un propósito que queda claro inmediatamente después: hacer creer que Francisco lucha heroicamente contra su mala salud.
Después de los acontecimientos de la suspensión de la lectura de la homilía (el pasado 9 de febrero), muchos vaticanistas escriben cosas como ésta: el Papa no cambia la agenda, el Papa desafía a la frialdad, el Papa no renuncia a sus compromisos, el Papa es débil pero decidido, y otros énfasis similares.
¿Y si estos singulares analistas escribieran ahora, como buenos amigos, que para la opinión pública es evidente que el Papa Francisco debe hacer una pausa, que debe tomarse un tiempo para rehabilitar su organismo, que debe alejarse de los lugares concurridos, que debe encontrarse con muy poca gente…?
Como Francisco siempre ha sido muy sensible a lo que dicen los medios de comunicación, quién sabe si quizás ahora tomaría en consideración consejos tan acertados como este.
Convalecencia y regreso al Vaticano.
Obviamente, no hay un plazo preciso para la renuncia del Papa. Por ahora, poco o nada se sabe oficialmente: todas las actividades del Santo Padre previstas para el martes 17 de febrero han sido sorpresa. Se puede esperar razonablemente al menos una semana de «ausencia». Podría ser una estadía mucho más larga de lo esperado, parte en el hospital y también en Casa Santa Marta. Como puedes leer, no se trata de una enfermedad parecida a un resfriado o una gripe. Es otra cosa muy distinta y ocultarlo y distorsionarlo no tiene sentido.
No queda más que desearle al Papa una recuperación sólida, aunque progresiva. Las oraciones de todos pueden ser una ayuda poderosa y no deben subestimarse. La situación clínica del Pontífice es muy delicada y frágil y su estado de salud puede tomar diferentes evoluciones, incluso repentinas. El llamado cuadro clínico es lo que es.
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Por LUIS BADILLA.
CIUDAD DEL VATICANO.
LUNES 27 DE FEBRERO DE 2025.
MIL.