Donald Trump ha comenzado a cumplir sus promesas de campaña de «arreglar» la «rota» política migratoria de Estados Unidos, desplegando fuerzas militares en la frontera sur, suspendiendo las admisiones de refugiados en espera de una revisión, redefiniendo la ciudadanía por derecho de nacimiento, reanudando la construcción del muro fronterizo y otorgando a las agencias federales y estatales nuevos poderes de deportación.
Pero la ofensiva de Trump contra los inmigrantes indocumentados podría tener importantes consecuencias económicas, predice el ex asesor de Reagan y consultor del Banco de la Reserva Federal de Nueva York, Paul Krugman.Dado que alrededor del 5% de la fuerza laboral estadounidense está compuesta por inmigrantes ilegales, “perder una gran fracción de estos trabajadores sería un duro golpe para la economía”, escribió Krugman en una publicación de Substack el lunes.
En la agricultura, “los inmigrantes, muchos de ellos indocumentados, constituyen la mayor parte de la fuerza laboral agrícola”, señaló Krugman, señalando las cifras del USDA que muestran que más del 40% de los trabajadores agrícolas contratados son indocumentados.
El Departamento de Agricultura de Estados Unidos calcula las cifras de inmigrantes legales nacidos en Estados Unidos, inmigrantes legales nacidos en el extranjero e inmigrantes ilegales nacidos en el extranjero que trabajan como trabajadores agrícolas contratados.© Foto: USDA.
Hay que expulsar a esos trabajadores, ya sea mediante la deportación o la detención o simplemente creando un clima de miedo, y observar qué pasa con los precios de los alimentos”, sugirió el economista.
Porcentaje de inmigrantes, tanto legales como ilegales, en la construcción en Estados Unidos.© Foto: Asociación Nacional de Constructores de Viviendas.
“Por eso, en un momento en que los estadounidenses todavía están enojados por el precio de los alimentos y, con mayor justificación, por la imposibilidad de comprar viviendas, la ofensiva de Trump contra los inmigrantes parece destinada a obstaculizar la producción de alimentos y la construcción de viviendas”, escribió el economista.
Un estudio de la American University de 2024 estimó que los inmigrantes, tanto legales como ilegales, aportaron más de 2,2 billones de dólares a la economía estadounidense.
Antes de la elección de Trump en 2016, el estímulo silencioso de la inmigración ilegal era un asunto bipartidista , aun cuando los republicanos conservadores criticaban el impacto de la política sobre los salarios de los estadounidenses y los costos para la base impositiva que generan, y los problemas de delincuencia y drogas asociados con la falta de protecciones fronterizas adecuadas.
Por ILYA TSUKANOV.
LUNES 27 DE ENERO DE 2025.