El presidente Donald Trump anunció el jueves que nominará al ex candidato independiente Robert F. Kennedy Jr. como secretario del Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS) en su nueva administración, contradiciendo las indicaciones previas a las elecciones de que el iconoclasta activista médico solo serviría en calidad de asesor.
“Estoy encantado de anunciar a Robert F. Kennedy Jr. como Secretario de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos (HHS)”, publicó Trump en Truth Social. “Durante demasiado tiempo, los estadounidenses han sido aplastados por el complejo industrial de alimentos y las compañías farmacéuticas que han participado en el engaño, la desinformación y la información errónea cuando se trata de salud pública. La seguridad y la salud de todos los estadounidenses es el papel más importante de cualquier administración, y el HHS desempeñará un papel importante para ayudar a garantizar que todos estén protegidos de los productos químicos nocivos, los contaminantes, los pesticidas, los productos farmacéuticos y los aditivos alimentarios que han contribuido a la abrumadora crisis de salud en este país.
“El señor Kennedy restaurará en estas agencias las tradiciones de la investigación científica de referencia y los modelos de transparencia para poner fin a la epidemia de enfermedades crónicas y hacer que Estados Unidos vuelva a ser grande y saludable”, añadió Trump.
Kennedy, sobrino del difunto presidente John F. Kennedy e hijo del difunto fiscal general Robert Kennedy, es un activista ambiental y médico de larga trayectoria, que inicialmente intentó desafiar al presidente Joe Biden por la nominación demócrata, cambió a una candidatura independiente contra Biden y Trump después de meses de acusar a los líderes del partido de haber «manipulado» el proceso de primarias demócratas en su contra, y finalmente se retiró y respaldó a Trump en agosto.
Como demócrata de larga data, Kennedy mantuvo y sigue manteniendo opiniones de izquierda sobre la mayoría de los temas, incluidos el aborto y el derecho a la vida, pero gozó de apoyo en líneas no tradicionales e incluso entre algunos conservadores por sus fuertes críticas a los confinamientos, las órdenes y las vacunas contra el COVID-19, hasta el punto de que hay cierta superposición entre los seguidores de Kennedy y los seguidores de Trump, cuya administración inicialmente respaldó los confinamientos y que apoya las vacunas hasta el día de hoy (aunque se opone a hacerlas obligatorias). Kennedy también ha expresado su oposición a las prácticas de “transición de género” para menores, incluidos los bloqueadores de la pubertad, las hormonas y las cirugías transgénero.
Pocos esperaban que Kennedy realmente se convirtiera en presidente, pero generó una especulación significativa sobre si obtendría más votos de Trump o de Biden (quien finalmente se hizo a un lado a favor de nominar a su vicepresidenta, Kamala Harris) y fue adoptado como un voto de protesta simbólico para muchos insatisfechos con las opciones que les dieron los principales partidos y una forma de registrar el descontento con los errores bipartidistas del establishment de COVID.
Trump le dio a Kennedy un papel en su equipo de transición presidencial, y su alianza generó esperanzas de que Trump finalmente hubiera reconsiderado su postura sobre el COVID. Sin embargo, hubo señales contradictorias, ya que Kennedy declaró en su apoyo que seguían existiendo diferencias entre los dos hombres, pero que estaban unidos en cuestiones «existenciales» como las enfermedades crónicas en los niños. Luego pasó a centrarse en temas distintos del COVID durante el resto de la campaña, como los aditivos químicos «venenosos» en los alimentos comunes .
Durante una entrevista a fines de octubre en CNN, el copresidente del equipo de transición presidencial de Trump, Howard Lutnick, dijo que Kennedy no tendría un puesto formal en la agencia, pero que en cambio se le darían los datos necesarios para demostrar sus sospechas. Lutnick también contó cómo Kennedy lo convenció de la tesis de que las vacunas convencionales causan autismo, pero no habló sobre la posición actual del equipo de Trump sobre las vacunas contra el COVID.
La semana pasada, Kennedy le dijo a la NPR que “el presidente Trump me ha dado tres instrucciones: quiere que la corrupción y los conflictos desaparezcan de las agencias reguladoras. Quiere que las agencias vuelvan a la medicina y la ciencia basadas en evidencias y empíricas, que alguna vez las hizo famosas. Y quiere poner fin a la epidemia de enfermedades crónicas con impactos mensurables en la disminución de las enfermedades crónicas en un plazo de dos años”.
Hasta el momento, los partidarios de Trump están entusiasmados con la elección, y la consideran un audaz cumplimiento de su promesa de sacudir el gobierno federal con figuras ajenas al establishment que ejecuten su agenda. Queda por ver si el Senado republicano entrante confirma el nombramiento de Kennedy, así como el resultado final de sus posiciones potencialmente opuestas con las de Trump sobre el COVID, la gama completa de sus opiniones científicas fuera del COVID y lo que finalmente hará con la política de aborto del HHS.
Por CALVIN FREIBURGER.
WASHINGTON, DC.
LIFESITENEWS.
