En el aniversario de Wade vs Roe, el caso judicial que convirtió en aborto deliberado en ley de la tierra en Estados Unidos, la Casa Blanca de Joe Biden ha emitido una nota en la que no solo se compromete a convertir en ley federal el fallo del Supremo y a seleccionar jueces para el alto tribunal que se comprometan a mantenerlo.
No llega a la semana de mandato y ya ha deshecho todo el legado de Trump con una espectacular batería de decretos, lo que tiene muy contenta a la opinión publicada mundial, incluyendo la oficialidad católica. Pero en ese desmantelamiento ocupa un lugar de honor el compromiso por mantener legal el aborto voluntario incluso mediante una ley federal ad hoc.
Se sabía, lo había anunciado en diversas circunstancias, pero ahora lo ha hecho oficial mediante una nota de la Casa Blanca con ocasión del aniversario del fallo que convirtió al aborto en derecho constitucional.
La sentencia del Tribunal Supremo en el caso Wade vs Roe, al juzgar inconstitucional cualquier ley estatal que coartara el llamado ‘derecho al aborto’, impidió a los estados legislar contra este crimen especialmente perverso para un católico, como recordó el pasado jueves el arzobispo Cordileone y como ha declarado oficialmente la Conferencia Episcopal de Estados Unidos presidida por el arzobispo de Los Angeles, José Gómez, en respuesta precisamente a declaraciones proabortistas de otra demócrata ‘católica’, la ‘speaker’ Nancy Pelosi.
Pero, como sentencia judicial, el fallo de Roe vs Wade puede revertirse con una sentencia contraria del mismo órgano judicial, que es a lo que apuntaba el presidente Trump con sus tres nombramientos. Pero si el plan delineado hoy por Biden sale adelante y se aprueba una ley federal, no servirá de nada que el tribunal falle que el aborto no es un derecho constitucional. No hará falta que lo sea.
“La Administración Biden-Harris se compromete a codificar Roe vs. Wade y a nombrar jueces que respeten jurisprudencia fundacional como Roe. También nos comprometemos a garantizar que trabajamos para eliminar las disparidades sanitarias de madres y niños, aumentar el acceso a la contracepción y a apoyar económicamente a las familias…”.
Nos intriga conocer cuál será la respuesta de los órganos eclesiales que con tanto entusiasmo han saludado la llegada del ‘católico’ Biden a la Casa Blanca ante esta iniciativa y si quitará algún lustre a la ‘buena noticia’ que ha supuesto la llegada de Kamala Harris al poder.
Infovaticana.