«El aborto siempre quita la vida a un hijo y deja a una madre sin su hijo», advierten obispos mexicanos a la Suprema Corte de Justicia.

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Firmdo en Nuevo Casas Grandes, Chihuahua, este 6 de enero de 2022, la «Dimensión Episcopal para la Vida» de la CEM (Conferencia del Espiscopado Mexicano», y a propósito de un análisis de la Suprema Corte de Justicia sobre la Constitución del estado de Nuevo León, reiteró la demanda de los católicos porque quese  reconozcan plenamente el derecho a la vida sin discriminación antes o después de nacer; sin regresiones ni condiciones injustas y sin caer en la lógica de la «cultura del descarte»

«Debemos recordar que es un falso dilema contraponer los derechos de la madre y el derecho a la vida del hijo en su vientre», afirma.

Y precisa:

«El aborto siempre quita la vida a un hijo y deja a una madre sin su hijo».

La reiterada postura se ha manifestado a través de  un comunicado firmado por el presidente de la «Dimensión Episcopal para la Vida» de la CEM (Conferencia del Espiscopado Mexicano», monseñor Jesús José Herrera Quiñónez

Mons. Herrera Quiñónez: «El aborto siempre quita la vida a un hijo y deja a una madre sin su hijo»

monseñor Jesús José Herrera Quiñónez.

El texto es el siguiente:

“Amor y respeto pleno a la madre y al hijo en su vientre’”

COMUNICADO ANTE EL ANÁLISIS EN LA SUPREMA CORTE DE JUSTICIA DE LA NACIÓN SOBRE UNA ACCIÓN DE
INCONSTITUCIONALIDAD RELACIONADA CON EL DERECHO HUMANO A LA VIDA EN LA CONSTITUCIÓN DE NUEVO LEÓN.

Se ha reconocido que en fechas próximas la Suprema Corte de Justicia de la Nación prevé analizar
una acción de inconstitucionalidad relacionada con el reconocimiento del derecho humano a la vida
desde la concepción en la Constitución de Nuevo León. Hace pocos meses, en septiembre de 2021, la
Corte ya ha había analizado otro asunto similar, en relación con la constitución de Sinaloa
Lamentablemente en el caso de Sinaloa el fallo de la Corte fue en contra del derecho humano a la
vida. En efecto, en aquel septiembre de 2021 se escuchó que la argumentación de los ministros se
basaba en un supuesto conflicto entre el derecho humano a la vida del hijo en el vientre de su
madre y los derechos de ésta paro su proyecto de vida.

Debemos recordar que es un falso dilema contraponer los derechos de la madre y el derecho a la vida
del hijo en su vientre, El Papa Francisco nos recuerda que: “Es triste ver cuán simple y
conveniente se ha vuelto, para algunos, negar la existencia de vida como solución a problemas que
pueden y deben ser resueltos tanto para la madre como para el niño no nacido”. (Videomensaje del
Papa Francisco con ocasión de la 75a Asamblea de la ONU).

Por tanto, la única aproximación justa y ética es que debe protegerse con la misma humanidad y
solidaridad tanto en la Constitución Federal como en las Constituciones locales y en cualquier Ley
tanto a la mujer embarazada como a su hijo en gestación pues ambas vidas tienen igual dignidad y
merecen el mismo respeto y protección. Esto lo hemos comentado los obispos de México en otras
ocasiones, y en particular se expresó en el comunicado “A Favor de la Mujer y de la Vida” del 8 de
septiembre del año pasado: “Con este sentir, lamentamos profundamente que frente a la aparente
disyuntiva sobre no criminalizar a la mujer que aborta y preservar la vida del concebido no
nacido, la Corte haya optado por descartar al segundo, sin buscar la salvaguarda de ambos”.

Exhortamos a toda la sociedad, y en particular a los ministros de la Suprema Corte de Justicia, a
que reconozcan plenamente el derecho a la vida sin discriminación antes o después de nacer, sin
regresiones ni condiciones injustas, y sin caer en una lógica de la “cultura del descarte”.
Volvemos a invitar a todos los actores sociales del país: políticos, económicos, académicos, y a la
sociedad en general, a emprender el camino de un gran Acuerdo Nacional a favor de la mujer y de la
vida, que proteja de forma equivalente a la madre y al hijo en toda circunstancia, y que vele por
superar las circunstancias que empujen a una mujer a considerar cometer un aborto.

El aborto siempre quita la vida a un hijo y deja a una madre sin su hijo. Recuperemos la capacidad
de mirar y acoger con plena solidaridad y humanidad a todos.

Pido a Santa María de Guadalupe que proteja a los hijos en gestación y a sus madres en medio de
esta coyuntura de gran trascendencia.

 

MONS. JESÚS JOSÉ HERRERA QUIÑONEZ
Obispo de Nuevo Casas Grandes Responsable de la Dimensión Vida de la CEM

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