Las autoridades egipcias ejecutaron el domingo al expulsado monje copto Isaías (Wael Saad Theodore). El método de ejecución en Egipto suele ser la horca.
Isaías había sido condenado en 2019 por el asesinato en julio de 2018 del obispo Epifanio (+64), abad del próspero Gran Monasterio de San Macario, al norte de El Cairo. El monasterio alberga a 150 monjes. Epifanio, médico de formación, fue asesinado con una barra de hierro.
El condenado era uno de los seis monjes que estaban en constante conflicto con Epifanio, incluso desobedeciendo sus órdenes, como abandonar el monasterio sin permiso.
Después de su detención Isaías permaneció en paradero desconocido durante casi un mes. Su confesión se vio afectada por la tortura, incluyendo un interrogatorio de 22 horas seguidas. Isaías las negó ante el juez.
La sentencia de muerte fue confirmada en apelación. La máxima autoridad musulmana suní de Egipto aprobó la sentencia de muerte.
La familia del monje confirmó a Amnistía Internacional que la ejecución tuvo lugar al amanecer. Los familiares no fueron informados con antelación.
Otro monje, Filoteo (Raymond Rasmi Mansour) también fue condenado a muerte por ayudar a Isaías a llevar a cabo el crimen. Esta condena se cambió posteriormente por la de cadena perpetua.
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