“El presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, aprobó inicialmente el plan para volar los gasoductos Nord Stream antes de intentar, sin éxito, cancelarlo a petición de la CIA”, informa hoy jueves el Wall Street Journal (“WSJ”). El diario estadounidense citó a cuatro altos funcionarios ucranianos que hablaron bajo condición de anonimato.
Según el WSJ, en mayo de 2022, un puñado de militares y empresarios ucranianos de alto rango se reunieron para celebrar el éxito de su país al detener la invasión rusa. Bajo la influencia del alcohol y en éxtasis patriótico, alguien sugirió el siguiente paso radical: la destrucción de los gasoductos Nord Stream.
Poco más de cuatro meses después, en las horas de la mañana del 26 de septiembre, los sismólogos escandinavos recibieron señales que indicaban un terremoto submarino o una erupción volcánica a cientos de kilómetros de distancia, cerca de la isla danesa de Bornholm. Fueron causados por tres poderosas explosiones y la mayor liberación de gas natural de la historia, equivalente a las emisiones anuales de CO2 de Dinamarca.
Según el «WSJ», la operación ucraniana costó aproximadamente 300.000 PLN. dólares. Se trataba de un pequeño yate alquilado con una tripulación de seis personas, incluidos buzos civiles entrenados. Uno de ellos era una mujer cuya presencia ayudaba a crear la ilusión de que se trataba de un grupo de amigos en un agradable crucero.
El presidente Zelensky aprobó inicialmente el plan, según un funcionario que participó en él y tres personas familiarizadas con él. Sin embargo, más tarde, cuando la CIA se enteró y pidió al presidente ucraniano que detuviera la operación, éste supuestamente ordenó el cese de las actividades.
El comandante de Zelensky, el general Valery Zaluzhny, que dirigió la operación, continuó la operación de todos modos. El diario habló con cuatro altos funcionarios de defensa y seguridad ucranianos que participaron en el plan o tenían conocimiento directo del mismo. Todos llegaron a la conclusión de que los oleoductos eran un objetivo legítimo en la guerra defensiva de Ucrania contra Rusia.
El WSJ señala que partes de sus relatos fueron corroboradas por una investigación de casi dos años de la policía alemana sobre el ataque, que arrojó evidencia que incluía correos electrónicos, datos de teléfonos celulares y satélites, así como huellas dactilares y muestras de ADN de miembros del presunto equipo de sabotaje. La investigación alemana no vinculó directamente al presidente Zelensky con la operación secreta.
Zaluzhny, actualmente embajador de Ucrania en el Reino Unido, dijo al periódico que no sabía nada sobre dicha operación y que cualquier sugerencia en sentido contrario era «pura provocación». Las fuerzas armadas ucranianas, añadió, no estaban autorizadas a realizar misiones en el extranjero y, por tanto, no podían participar en ellas.
TG.
KIEV, UCRANIA.
JUEVES 15 DE AGOSTO DE 2024.
PAP.