Existe un trabajo coordinado entre los tres órdenes de gobierno para resguardar el arte sacro en los templos católicos ubcados en territorio tlaxcalteca, pero sobretodo de las autoridades eclesiáticas, quienes vigilan los templos y sus bienes.
El rector del seminario de Tlaxcala “Nuestra Señora de Ocotlán”, Ranulfo Rojas Bretón, señaló que, en el caso de las parroquias y conventos, los encargados de vigilar esos bienes nacionales son los párrocos, el personal operativo y, en otros casos, el personal que tiene cargos monásticos.
El Sol de México reveló que las autoridades federales consideran a Tlaxcala como una entidad susceptible de robo de ese tipo de arte, pues fuentes al interior del catolicismo relataron que, a raíz de los sismos de septiembre de 2017, algunas piezas quedaron en el abandono.
Señaló que los daños provocados en los templos de Puebla, Morelos y Tlaxcala dejaron en el abandono ciertas piezas artísticas del periodo novohispano, lo que provocó su desaparición, pues no se encontraban en catálogos.
IGLESIA NO PUEDE VENDER ARTE SACRO
Por otro lado, Rojas Bretón enfatizó que la pandemia golpeó la economía de la Iglesia, lo cual ha reconocido e informado puntualmente, por lo que algunas personas han comentado que la venta de arte sacro remediaría su situación.
Son comentarios sin fundamento, pues la Iglesia solamente los tiene a resguardo, son propiedad del Estado y el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) vela por ellos, así que nosotros no podemos disponer de las esculturas, lienzos e incluso de las propias iglesias (templos),aseveró.
Por ello, reconoció el trabajo de los civiles por cuidar las imágenes religiosas, pues independiente del valor económico que alcanzan en el mercado negro, para la fe católica tiene un valor moral incalculable.
Por su lado, Nazario Sánchez Mastranzo, historiador, profesor-investigador adscrito al Centro INAH-Tlaxcala, estableció que las comunidades tienen a su cuidado las imágenes, objetos litúrgicos y documentos, los cuales poseen un peso cultural especial que los identifica.
Se trata del patrimonio cultural de cada pueblo, y al que podemos llamar patrimonio cultural material, que junto con las creencias, practicas, ritos, mitos, esto es el patrimonio cultural inmaterial, le dan vida y conforman la identidad de los pueblos,
aseveró.
Por último, estableció que las imágenes de los santos en escultura, pintura y grabados obedecen a una serie de características específicas que es necesario considerar para su identificación en el catálogo del INAH.
De acuerdo con la Fiscalía General de la República, desde 2015 disminuyó la incidencia de robo de arte sacro en el país, gracias a que se mantiene una coordinación entre los tres ámbitos de gobierno.
Con información de El Sol de Tlaxcala/Jesús Zempoalteca