La Gran Loggia d’Italia degli ALAM, es decir, la masonería italiana del Rito Escocés Antiguo y Aceptado, ha emitido un comunicado oficial con motivo de la muerte de Francisco.
Lo esperable sería un mensaje discreto, acaso protocolario. Pero no. Han desatado una apología entusiasta, vibrante, diríamos que casi emocionada, de la figura del Papa argentino. Y no lo decimos nosotros: lo dicen ellos, con su firma y su escuadra: “Nuestra Comunión desea rendir homenaje a la visión del Papa Francisco, cuya obra está marcada por una profunda resonancia con los principios de la masonería.”
Una profunda resonancia con los principios de la masonería. ¿Algo más que añadir? Sí, mucho más. Según el Gran Maestro Luciano Romoli, Francisco fue un hombre que supo “superar las divisiones, las ideologías, el pensamiento único” para “construir una humanidad unida en la diversidad”. Para la masonería, Fratelli tutti no es una encíclica: es un “manifiesto”. Y el triplete masónico —Libertad, Igualdad, Fraternidad— brilla con luz propia en el pontificado del Papa difunto.
Pero no queda ahí. Lo que para la Iglesia son dogmas revelados, para la Logia son obstáculos a superar. Y aplauden que Francisco haya ofrecido “una fe capaz de interrogarse, de acoger la duda y de dialogar, que también encontramos en el método iniciático masónico”.
La cúspide del elogio llega cuando se compara el pontificado de Francisco con la construcción del “Templo interior” masónico, un templo sin altar, sin sacramentos, sin Redentor, pero con “solidaridad, tolerancia y resistencia contra el odio”.
Y para que no queden dudas, el comunicado concluye ensalzando la “conciencia planetaria” promovida por Francisco, en perfecta sintonía —afirman— con el sueño masónico de una humanidad fusionada en la diversidad. Y entonces, ¿qué hacemos los católicos con todo esto?
¿Nos alegramos porque los enemigos históricos de la Iglesia aplauden entusiasmados a un Papa?
¿O nos preguntamos, con algo de angustia, cómo es posible que el sucesor de Pedro haya sido proclamado “hermano mayor” por quienes trabajan explícitamente contra la doctrina católica, contra su moral, contra su revelación?
- En más de dos siglos, la Iglesia ha condenado la masonería en encíclicas, decretos, cartas apostólicas y documentos disciplinares. León XIII, Pío IX, san Pío X, Benedicto XV, Pío XII…
- Todos advirtieron sobre la incompatibilidad radical entre la fe cristiana y los principios masónicos. Y ahora, en 2025, la Gran Logia celebra a un Papa como uno de los suyos.
¿No es esto, acaso, el más claro de los diagnósticos? No hace falta escribir análisis rebuscados ni levantar hipótesis conspiranoicas. Basta con dejar hablar al propio Gran Maestro. Basta con leer lo que la Logia ha escrito con regocijo.
Y basta, sobre todo, con orar para que el próximo cónclave recuerde que las ventanas se pueden cerrar.
Por JAIME GURPEGUI.
MIÉRCOLES 23 DE ABRIL DE 2025.
INFOVATICANA.
Les ofrecemos el comunicado completo emitido por el líder de los masones italianos:
Francisco el Papa de los últimos
La Gran Logia de Italia de los ALAM se une al condolor universal por el fallecimiento del Papa Francisco, un pastor que, con su magisterio y su vida, ha encarnado los valores de la hermandad, la humildad y la búsqueda de un humanismo planetario.
La Gran Logia de Italia de los Antiguos, Libres, Aceptados Albañiles se une al pesar universal por el fallecimiento del Papa Francisco, un pastor que, con su magisterio y su vida, ha encarnado los valores de la hermandad, la humildad y la búsqueda de un humanismo planetario. Viniendo del «fin del mundo», Jorge Mario Bergoglio supo cambiar la Iglesia, devolviendo la enseñanza revolucionaria de San Francisco de Asís a la actualidad de la historia.
En este momento de duelo, nuestra Comunión pretende rendir homenaje a la visión del Papa Francisco, cuya obra se connota por una profunda resonancia con los principios de la masonería: la centralidad de la persona, el respeto por la dignidad de cada individuo, la construcción de una comunidad solidaria, la búsqueda del bien común. Su encíclica Hermanos todos representa un manifiesto. Libertad, Igualdad y Hermandad es el triple activo de valor de la Masonería. Superar las divisiones, las ideologías, el pensamiento único para reconocer la riqueza de las diferencias y construir una humanidad unida en la diversidad, esto es lo que Francisco quería ardientemente, el mismo diseño persigue la Gran Logia de Italia.
El Papa Francisco supo combinar la fe y la razón, dimensiones complementarias de la experiencia humana, renovando el principio anselmiano del «credo ut intelligam». Una fe capaz de cuestionarse, de acoger la duda y de dialogar, que también encontramos en el método iniciático masónico, fundado en un camino libre de dogmas, fundamentado por la búsqueda incesante de la verdad.
El pontificado de Francisco puso a los últimos en el centro, junto con el cuidado del planeta y una ética del desarrollo basada en la dignidad humana. Esto también se encuentra en la construcción masónica del «Templo interior», basada en la tolerancia, la solidaridad y la resistencia contra el odio y la ignorancia, y encuentra una profunda correspondencia en la pastoral de Bergoglio, que con su «dulce revolución», ha demostrado que la humildad y el diálogo son instrumentos de auténtica fuerza. En la estela de la «Francesco Economy» y la visión de una «casa común», la Masonería apoya el compromiso con un futuro sostenible, equitativo y solidario.
En este tiempo atravesado por graves críticas, la Gran Logia de Italia se encuentra en el llamamiento del Papa Francisco por una «conciencia planetaria», que reconozca a la humanidad como una comunidad de destino. Honramos su memoria continuando trabajando por una ética del límite, por el respeto al otro y por la construcción de un Templo fundado en la solidaridad, en la libertad de pensamiento y en la hermandad universal.
Luciano Romoli
Gran Maestro de la Gran Logia de Italia de los A.L.A.M.
Roma, 22 de abril de 2025