En marzo de este año la danesa Nanna Skov Hopfner, madre de dos niños pequeños, fue condenada a dos años de cárcel por unas declaraciones que “incitaban a la violencia” durante una manifestación contra las medidas sanitarias del gobierno danés.
La joven de 30 años recurrió y el nuevo juicio se celebrará el 7 de junio. La opinión pública considera a la manifestante como una víctima de la arbitrariedad porque en su alocución se mostró partidaria de todo lo contrario: de la no violencia.
La condena ha desatado un fuerte debate político en Dinamarca, en lo que parece ser una clara escalada de represión política contra las manifestaciones de protesta que se dirigen contra el gobierno.
Hopfner fue condenada el 12 de marzo por el Tribunal Municipal de Copenhague a una pena de prisión de dos años. La acusación se refería a las palabras pronunciadas por la joven durante la manifestación de los “hombres de negro” contra las restricciones sanitarias.
“Creo que se trata de un caso muy, muy emocionante, en el que yo, como muchos otros daneses, me pregunto por qué debería ser una doble pena participar en una manifestación de esta naturaleza”, dice su abogada.
Como la manifestación fue seguida de un allanamiento, la población danesa se muestra indignada por la condena impuesta a Hopfner. La idea es que es víctima de un abuso de la ley y que los tribunales han inflado la sentencia debido a la naturaleza de la manifestación en la que participó la joven, que iba en contra de las medidas restrictivas impuestas por el gobierno danés.
DINAMARCA.
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