La primera peregrinación tradicional de España, organizada por Nuestra Señora de la Cristiandad, llega hoy a su última etapa. Cientos de personas han participado en esta iniciativa que, a pesar de las difíciles circunstancias, ha sido un éxito.
La peregrinación que, comenzando en Oviedo, llega hoy a su destino final en Covadonga, se ha visto trastocada en la última semana por la publicación del Motu Proprio del Papa Francisco Traditionis Custodes, por el que se restringía la celebración de la Misa Tradicional.
Y es que, ante la publicación del documento papal que abrogaba el Summorum Pontificum de Benedicto XVI, el arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz Montes, pastor de la diócesis donde ha tenido lugar la peregrinación de tres días, decidió no autorizar la celebración de Misas Tradicionales en los templos de la diócesis. Las misas, por tanto, han tenido que celebrarse fuera de las iglesias.
Javier Alonso, presidente de Instituto Lepanto y jefe del primer capítulo de la asociación, Nuestra Señora de las Victorias, ha comentado a Revista Hispánica que “esta peregrinación es un testimonio de Cristiandad ante una España corroída por el laicismo. Este gran agrupamiento de jóvenes en torno a la Tradición es una gran muestra de lo que Cristo puede llegar a mover en los corazones”.
La peregrinación “es perfectamente fiel a la Santa Iglesia Católica y al Sumo Pontífice”, ha explicado Javier, “aún a pesar de las dificultades que se hayan podido sobrevenir”.
“Al final la misa tradicional es lo que nos mueve, el principal motor de esta peregrinación”. Javier Alonso ha explicado que, tanto desde su organización como desde el conjunto de Nuestra Señora de la Cristiandad, aprecian esta forma litúrgica como “la misa que la Iglesia Católica ha tenido durante 1500 años y ha formado generaciones de santos. Es la misa más perfecta”.
“Es lo que reivindicamos, sin odios ni luchas. A nosotros no nos mueve el espíritu de lucha sino de apostolado y evangelización. Cada miembro tendrá sus pecados y miserias”, ha afirmado, pero eso no implica renunciar a “un espíritu de evangelización a través de la misa, y a través del espíritu tradicional de sacramentos”.
“Ninguno de los capítulos, organizadores o grupos que se hayan sumado a la peregrinación ha expresado ningún tipo de reproche frente a desacuerdos, desavenencias o dificultades que hayan podido surgir”, ha afirmado Javier en referencia a los cambios de última hora provocados por las restricciones de Francisco a la Misa Tradicional. Ha añadido que “todos se han comportado ejemplarmente demostrando un gran amor por la Iglesia Católica y por España”.
Entre las intenciones de la peregrinación, ha resumido dos de las más relevantes: rezar por la Iglesia Católica y por España. “Qué mejor testimonio que una gran cantidad de personas, fieles, cada una con sus pecados, su historia y vida, pero personas que intentan seguir a Cristo lo más santamente que pueden en estos tiempos que corren. Ese es el espíritu”, ha comentado.
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