El portavoz de la Arquidiócesis de Xalapa, P. José Manuel Suazo Reyes, dijo que el Coro Harpa Dei, el cual entona la canción de cuna llamada “Iavnana” que se asocia con un acto en el que la Virgen María arrulla al Niño Jesús, “define amor y mucho cariño hacia una criatura”.
En entrevista con Agencia Católica de Noticias (ACN), refirió que ese canto es una tradición cristiana de Georgia, -país europeo que hacía parte de la Unión Soviética-, y que “resulta una pieza musical que se escucha muy inspiradora, aun cuando no sepamos su significado; ello, por las imágenes asociadas mismas que revelan ternura”.
El Dato:
El coro de música sacra Harpa Dei está formado por los hermanos Nikolai, Lucía, Mirjana y Marie-Elisée Gerstner.on, autores de esta obra que ofrecen para todos los niños, especialmente los no nacidos: https://www.youtube.com/watch?v=nSA3pHOtRHg&feature=emb_title
Marie-Elisée dijo a un renombrado portal religioso, que
“el canto lo conocieron a través de unas religiosas ortodoxas de Georgia, quienes afirman que sería un canto que la Virgen María cantaba al Niño Jesús”.
Parte del canto, compartido por Harpa Dei, dice lo siguiente:
“¡Ojalá duermas dulcemente
y sin preocupación!
Has encontrado un dulce hogar
en el pecho de tu madre.
Pequeño canario, ramo de rosas,
¿Escuchaste bien mi canto hoy?
Y si lo escuchaste, ¿te agradó?».
Marie-Elisée explicó que, en Georgia, donde el canto de cuna está ampliamente extendido, las madres suelen variar la segunda estrofa “y cada mamá le canta a su niño su propia versión”, pero normalmente las líneas compartidas de la primera estrofa son las que “siempre se mantienen”.
En la descripción del video en Youtube, el hermano Elías, religioso responsable de Harpa Dei, relata que un hombre en Estados Unidos le envió el canto entonado por unas religiosas ortodoxas de Georgia.
“Me dijo que Harpa Dei ‘tenía que aprender este canto’, y añadió que era la canción más bella que jamás había escuchado. Según él había podido averiguar, era un canto de cuna, y en alguna fuente había leído que la Virgen María se lo habría cantado al Niño Jesús”.
El hermano Elías, que pertenece a la comunidad Agnus Dei en Alemania, dice que el canto le pareció apropiado para “nuestros ‘preferidos’: los niños no nacidos, que están aún en el vientre de su madre. ¿No podría la belleza de este canto acaso tocar a las madres o a los padres, para mover sus corazones a amar y aceptar al niño en el vientre? ¡Y que los niños sepan que los esperamos!”.
El canto, continuó el religioso, está dedicado a “todos los niños: para los no nacidos, pero también para aquellos que no han experimentado el amor de una madre, así como para aquellos otros que sí tuvieron la dicha de crecer rodeados de amor”.
“Si lo creen, será ahora la canción de la Virgen María, que Ella canta junto a nosotros con la intención de consolar y salvar a sus hijos”,
aseguró.
“Por eso, nuestro gran pedido como Harpa Dei es que acompañéis con vuestras oraciones el canto ‘Iavnana’, para que traiga bendición, y que lo difundáis. ¡El Cielo y los niños os lo agradecerán!”,
concluyó.
Entre sus diversas iniciativas, Harpa Dei también promueve el memorial llamado “La Gruta de Raquel”, dedicado a los niños víctimas del aborto y que está ubicado junto a la capilla de adoración perpetua del monasterio de Frauenberg, en el sur de Alemania, donde vive el hermano Elías.
“Las madres que se arrepienten de haber abortado a su hijo le dan un nombre, y este nombre lo colocamos sobre una placa de mármol, a modo de lápida, para así dar una especie de ‘sepultura espiritual’ al niño que fue privado de la vida y sacarlo del anonimato. Si no es la madre la que hace este gesto, puede ser cualquier persona que sepa de un niño que fue abortado”,
explicó Mirjana.
Para ponerse en contacto con “La Gruta de Raquel” y solicitar una lápida para un niño abortado, se puede escribir al correo [email protected] o al número de WhatsApp o Telegram +972 58-397-5335.
Por su parte, el P. Suazo, vocero de dicha Arquidiócesis, resaltó la labor y el significado del “Memorial de Raquel”, que es un espacio del sur de Alemania, de hace más de30 años dedicado a los niños cruelmente asesinados como resultado de un aborto.
“Dar un nombre a los niños abortados es reconocer su dignidad y su identidad, es reconocer que fueron personas víctimas de la crueldad del aborto. La a iniciativa es admirable y es un llamado al mundo a la sociedad para apreciar y valorar toda vida humana”, amplió.
“En México existen iniciativas parecidas donde una asociación da nombres a algunos niños abortados”,
culminó.