El famoso edificio londinense de Sloane Ave fue vendido por el Vaticano el 30 de junio de 2022. Exactamente un año después de la firma de la acusación de diez acusados por varios delitos que se habrían cometido para comprarlo.
El dato esencial es que la cifra de ventas de 186 millones de libras certifica las alegaciones. Porque el valor estimado del inmueble a partir de una tasación ya en septiembre de 2013, era de 173,5 millones de libras, como se puede apreciar muy próximo al valor de venta actual.
“¿Cómo se puede perder, comprando un edificio en el centro de Londres?”, se preguntó uno de los principales operadores inmobiliarios de la capital inglesa, citado en enero de 2022 por el Financial Times.
Los demandados han demostrado que es posible: entre un precio inflado, comisiones millonarias, rentabilidades negativas durante años y años, pago de intereses de un préstamo garantizado por el tesoro del Obolo di San Pietro (de 454 millones) y posterior recompra en piezas (sborzando otros 55 millones). El caso de Sloane Ave pasará a la historia como el peor negocio inmobiliario en la historia de la Ciudad. La oficina del Promotor de Justicia del Vaticano cuantificó recientemente las pérdidas en 217 millones de euros.
Algo que empequeñece la anterior historia de la venta de las propiedades del IOR (por la que los acusados fueron condenados en primera instancia a varios años de prisión) y que devolvió al Vaticano al esplendor (por así decirlo) del escándalo del Banco Ambrosiano, que le costó a la Secretaría de Estado 250 millones de dólares en transacción pagada para la liquidación del banco Calvi.
También esta vez las pérdidas de Sloane Ave han sido «cargadas» en las cuentas de la Secretaría de Estado, cuyos jefes administrativos acabaron en el proceso. Es por esto que la venta del edificio a Bain Capital no acaba con la historia, no pone una piedra sobre el feo desbarajuste de Sloane Ave, al contrario, si algo (una vez recuperado el recuperable) lo abre definitivamente.
HUFFINGTONPOST.
Sábado 2 de julio de 2022.
