La confianza de los alemanes en la Iglesia Católica sigue en mínimos, la del Papa también es baja, según el barómetro 2020 de tendencias RTL/ntv, que se llevó a cabo en nombre del grupo de medios RTL, que pregunta separadamente por ambos.
El barómetro muestra que los alemanes dicen confiar más en los médicos (85%), seguidos por la policía (80%) y las universidades (80%) y muestran la menor confianza en el Islam (8%) y las agencias de publicidad (4%).
El Papa con un 29% baja al puesto 19 de 26 y la Iglesia, con un 15%, ¡¡al 23!!. Más allá de las valoraciones puntuales, que suelen responder a efectos multivariantes, es todavía más preocupante la tendencia (ver tabla). No he encontrado datos más que para 2020, 2019, 2018, 2017 y de ahí he extrapolado los de 2016.
Los protestantes (Evangelischen Kirche) también bajan, pero menos, y los judíos (Zentralrat der Juden) suben algo, cuantro puntos en este año y una posición. En el caso de católicos y luteranos la disminución de confianza viene acompañada de pérdida de fieles (2019 y años anteriores).
Parece que contra lo que proclaman los líderes del «Camino sinodal» la mundanización del mensaje evangélico no les está aportando mucho rédito. Puestos a ser fundamentalmente mundo, mejor confiar en las instituciones del mundo. Yo también lo haría. El resultado es bastante esperable.
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Sin embargo me resulta sorprendente, y motivo de tristeza, que el Santo Padre haya perdido 30 puntos en 5 años porque en casi todos los temas, incluso en el tema de los «abusos a menores», al margen de otras consideraciones, goza de muy buena prensa. Esto sí que no me lo esperaba.
Debería ser un motivo de examen para todos esos analistas que han estado vendiendo (y siguen haciéndolo) liderazgo y presencia durante el primer año de pandemia. Dos aspectos que si en algo se traducen rápidamente es en las percepciones que se tienen de ellos y es evidente que no es así.
También motivo de examen si, de verdad, como mantienen todavía algunos obispos y sacerdotes, durante la pandemia se hicieron las cosas no ya solo bien, de modo perfecto.
Se nos presenta un reto apasionante, el de recuperar a todos aquellos que se han alejado estos meses por los motivos que sean, que se vuelvan a acercar a los sacramentos. Un buen punto de partida es asumir la situación.
Con información InfoCatólica