Benedicto encontró «resistencia interna» en su lucha por la trasparencia en relación a los abusos: Gänswein

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El secretario personal de Benedicto XVI ha revelado los detalles detrás de la respuesta que dio el Papa emérito al informe sobre abusos en la archidiócesis de Múnich.

 

El secretario personal de Benedicto XVI, Georg Gänswein, ha revelado los detalles detrás de la respuesta que dio el Papa emérito al informe sobre abusos en la archidiócesis de Múnich y Freising, en el que se le acusa de no haber manejado bien cuatro casos cuando estuvo al frente de la diócesis alemana.

Lo ha hecho en una entrevista exclusiva con el jefe de la oficina de Roma de EWTN, Andreas Thonhauser, y que ha recogido en español Aciprensa.

Gänswein reconoció la polémica generada por la declaración de 82 páginas enviada, a nombre de Benedicto XVI, a los investigadores que realizaron el informe sobre abusos.

Uno de los cuatro casos mencionados por el informe se refiere al sacerdote Peter Hullerman, acusado de abusar de al menos 23 menores entre 1973 y 1996.

En su declaración firmada, Ratzinger indicaba que no estuvo presente en una reunión de enero de 1980, hace 42 años, en la que se trató la transferencia del P. Hullerman de la diócesis de Essen a la archidiócesis de Múnich y Freising, que en ese momento pastoreaba el futuro Pontífice.

Días después de la publicación del informe, el Papa emérito reconoció que sí había estado en esa reunión en la que no se le asignó ninguna misión pastoral al sacerdote pederasta. La corrección suscitó fuertes críticas en Alemania, en donde se acusó a Benedicto XVI de ocultar su presencia en la reunión, mientras que quienes lo defienden precisaron que su presencia ya era un tema de público conocimiento.

El secretario de Benedicto explicó que el error se dio cuando el Papa Emérito revisaba el borrador de su declaración. Gänswein señaló que Benedicto dijo: “Esa famosa reunión del 15 de enero de 1980 no la recuerdo. Pero si se dice que estuve ausente, entonces la ausencia está probada o se probó entonces con el documento de la reunión”. “Y allí es donde ocurrió un error”, dijo el prelado alemán.

Gänswein dijo que le “sorprendió” saber, tras la publicación del informe, que había evidencias de que Ratzinger sí estuvo en la reunión. “Se lo dije al Papa Benedicto y él dijo: ‘Tenemos que decir inmediatamente que fue un error de nuestra parte’. No fue intencional así que no fue mentira, las mentiras se dan a propósito. Fue un error”.

El arzobispo reveló que Benedicto XVI decidió escribir una carta personal tras la salida a la luz del informe, pero pidió que fuera acompañada por “una respuesta a los cargos contra mí, y no solo a los cargos sino a las insinuaciones, sustentada en el material de archivo”.

Gänswein comentó a EWTN que el Papa Francisco ofreció su apoyo a Benedicto XVI cuando este afrontaba las críticas.

“Él fue muy claro. Llamó y le aseguró su solidaridad, su confianza absoluta, su confianza fraterna y su oración. También dijo que no puede entender por qué han sido tan duros con él”.

“Cuando el Papa Benedicto escribió su carta, se la envió al Papa Francisco antes de que se publicara. Le dio las gracias por la llamada telefónica y le preguntó si estaba bien”.

“Dos días después, llegó una hermosa carta del Papa Francisco para el Papa Benedicto: una carta en la que le aseguró nuevamente y con palabras muy emotivas su apoyo, su solidaridad, compartiéndole que contaba con él”.

Gänswein dijo que no puede publicar la carta, ya que es “confidencial y privada”, pero, sin embargo, sí estaba autorizado a hablar de ella.

El arzobispo comentó durante la entrevista que se han “mantenido vivas” las mentiras sobre Benedicto XVI. “Con eso quiero decir que existe este deseo de atacarlo y eso es simplemente chocante para mí”, señaló.

Gänswein dijo que Benedicto XVI encontró, siendo prefecto para la Doctrina de la Fe, una “resistencia interna” en el Vaticano mientras tomaba acciones decisivas contra los abusadores, algo que pudo superar con el apoyo de Juan Pablo II.

“No solo tuvo un papel decisivo, él fue la figura decisiva, el hombre decisivo, el que no solo alentó la transparencia sino que dio pasos concretos hacia la transparencia. Se puede decir que él es el ‘padre de la transparencia’, y así también logró convencer al Papa Juan Pablo II”, dijo Gänswein.

“El hombre que, en este importante asunto, todo este asunto de los abusos y la pedofilia, alentó e implementó los instrumentos decisivos para ayudar, como prefecto o como Papa, es acusado ahora de algo que contradice 25 años de su labor”, dijo el secretario personal de Ratzinger.

“Solo espero que la gente que lee y ha leído la carta, la gente que conoce al cardenal Ratzinger, al Papa Benedicto, no se deje influenciar o convencer por tales juicios sesgados. Eso espero”, indicó el arzobispo.

Gänswein destacó que la publicación del informe de Múnich, y la ola de indignación que ha generado, coinciden con un encuentro crucial del Camino Sinodal, el polémico proceso que reúne a obispos y laicos de Alemania para tratar diversos temas como el ejercicio de poder en la Iglesia, la moral sexual, el sacerdocio y el papel de las mujeres.

“Podemos especular sobre qué tanto todo esto está ligado temporalmente o como causa con lo que se ha mencionado, es decir –para nombrarlo precisamente– el Camino Sinodal en Alemania y otros movimientos”, dijo el secretario personal de Ratzinger.

“Pero una cosa está clara: algunas metas que el Camino Sinodal busca son algo para lo que la persona y el trabajo de Benedicto se interponen”.

“Y existe un gran, gran peligro de que todo lo que tiene que ver con la pedofilia y los abusos se tome ahora monocausalmente, por decirlo de algún modo, para abrir este camino primero y luego seguir. La semana pasada vimos que se aprobaron textos y vimos adónde se supone que lleva todo esto”, señaló.

“Siempre se ha dicho que las víctimas del abuso son el centro. Y eso es totalmente cierto. Sin embargo, también está el concepto del ‘abuso del abuso’. Y eso es precisamente el peligro que subyace”, reflexionó Gänswein.

“No debemos olvidar que siempre que se trata de manipular a alguien o algo, lo que intentan en realidad es alcanzar una meta escondiéndola detrás de otra realidad, por decirlo de algún modo, hasta que se cree que se logró la meta”, añadió.

Volviendo al informe, el prelado confesó la actitud de Benedicto al respecto: “Al Papa Benedicto se le preguntó si estaba dispuesto a participar en este informe. Él dijo: ‘No tengo nada que esconder, lo haré con gusto’”.

Revisar el informe final fue un enorme desafío para Benedicto XVI y su pequeño grupo de asesores. “El informe tenía 1.983 páginas, incluida la declaración de Benedicto y la declaración de otros cardenales que respondieron. Imagine esa enorme cantidad de texto: 2 mil páginas, ¡y todos esperando que responda inmediatamente! Era simplemente imposible”, dijo Gänswein.

“Una semana después, (el actual arzobispo de Múnich), el cardenal Marx anunció una rueda de prensa en Múnich. Y el Papa Benedicto dijo ‘tengo que leer esto primero, quiero leerlo primero. Y le pediré al equipo que lo lea y luego responderé’. Tiene que admitir ante cualquiera, que a cualquier hombre de cualquier edad esto le toma tiempo”.

Sobre si toda esta historia ha podido afectar al Papa emérito, Gänswein aclara que se encuentra tranquilo: “Le va bien, ya no hay presión, gracias a Dios y después de la publicación de su carta con el chequeo de los hechos. Pero puedo decir que él siempre está tranquilo y lleno de confianza en Dios”.

“Por supuesto, una cosa es resistir la presión y otra distinta es sobrellevarla internamente. Pero gracias a Dios ha logrado hacerlo, está calmado y, sobre todo, nunca ha perdido el sentido del humor”, precisó.

 

InfoVaticana.

Publicado originalmente en CNA.

*Las declaraciones de Gänswein han sido traducidas por Walter Sánchez Silva para Aciprensa

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