Una encuesta realizada por el Pew Research Center encontró una caída considerable en los adultos estadounidenses que se consideran cristianos [no católicos], actualmente el 63 por ciento de los encuestados, una caída de más del 10 por ciento con respecto a hace una década. Esto corresponde a un crecimiento de quienes no tienen afiliación religiosa o se consideran ateos: 29% frente al 19% en 2011.
Las respuestas a preguntas sobre la oración y la importancia de la religión en sus vidas también son sintomáticas: el 45% dijo que reza a diario (en 2011 era el 58%); y el 41% considera que la religión es muy importante en su vida (en 2007 el 56%).
El mayor descenso se encuentra entre los protestantes (evangélicos y no evangélicos), que ahora son el 40%, mientras que en 2011 eran el 50% de la población. Los católicos son estables, alrededor del 21% como lo estaban hace diez años.
Las otras religiones se mantienen sustancialmente estables, con un 6% de personas que profesan una fe no cristiana: 1% judíos; 1% musulmanes; 1% budistas; 1% hindú; 2% que se identifica con un amplio y variado espectro de creencias religiosas.
El aumento en la tasa de secularidad entre los ciudadanos estadounidenses parece haber sido constante durante los últimos veinte años; pero la pregunta interesante se refiere a las regiones que están experimentando un fuerte declive, especialmente entre los protestantes. “Por último, también es una reacción al entorno político del país. Mucha gente se aleja de la religión porque cree que es una expresión de la política conservadora o una parte del Partido Republicano. Esto es especialmente cierto para los estadounidenses blancos. Cuanto más se enreda la religión en la visión política, más gente que no la comparte dice que esta religión no es para ellos ”(D. Campbell).
El hecho es que, aunque en declive en número, el cristianismo (especialmente el evangélico) es capaz de una agenda capaz de afectar la política del país; algo que todavía falla para ese creciente porcentaje de no afiliados, no creyentes y ateos. Aunque quizás el liberalismo ético y antropológico del Partido Demócrata en las últimas décadas sea el mejor espejo de esto.
por: Marcello Neri.
17 de diciembre de 2021.
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