Según ha podido contrastar Religión Confidencial, también de fuentes gubernamentales, a partir de esta semana y hasta fin de año se va a producir una avalancha de nombramientos de obispos en España. Y un movimiento de sustitución de cardenales.
El trabajo del nuncio, Bernardito Cleopas Auza, no sin dificultades, algunas añadidas a la complejidad del proceso de provisión de diócesis, va a llegar a buen puerto durante los dos próximos meses.
Una de las primeras regiones que se van a ver afectadas es la de Extremadura. En esa comunidad autónoma, la diócesis de Coria-Cáceres sigue sin obispo desde que monseñor Cerro Chaves fuera nombrado arzobispo de Toledo. Ya hace meses el nombramiento del obispo de Cáceres estaba muy avanzado, con la terna clara, aunque posteriormente se retiró a algún candidato.
De Plasencia a Salamanca
Pero la sorpresa puede llegar por el obispo de Plasencia, el abulense José Luis Retana Gozalo, que tiene un perfil adecuado para ir a Salamanca, en la nueva configuración de Salamanca-Ciudad Rodrigo. Monseñor Retana fue rector del teologado de Ávila en Salamanca, con lo que ya tiene un conocimiento más que suficiente de esa diócesis.
Este nombramiento se produciría en el caso de que se hubieran rechazado otros candidatos aptos para Salamanca, como es el caso del obispo del Lugo, Alfonso Carrasco Rouco, o el del obispo de San Sebastián, José Ignacio Munilla, que últimamente ha vuelto a aparecer con intensidad en los papeles.
Candidatos extremeños
Alguno de los candidatos de Coria-Cáceres desapareció por obra y gracia de la famosa Comisión de obispos, nombrada por Roma y formada por los cardenales Osoro y Omella, y por el obispo de León, Luis Ángel De las Heras.
Parece ser que, finalmente, el nuevo obispo de Coria-Cáceres será un sacerdote extremeño, con lo que aumentará significativamente el número de obispo oriundos de esa tierra. Cupo que, en la actualidad, ocupa José María Gil Tamayo, el otro protagonista del futuro inmediato.
Arzobispo castrense
Porque otro de los nombramientos que se espera es el de arzobispo castrense. Una vez que el Gobierno ha accedido a que se nombre un obispo para este cargo, el nombre más barajado es el del hoy obispo de Ávila, José María Gil Tamayo.
Esto significa que la jugada de aparcar en el arzobispado castrense al arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz Montes, tal y como querían algunos miembros de la citada Comisión, no ha funcionado.
Otras diócesis que previsiblemente tendrán obispo pronto serán Tarazona y Orihuela-Alicante. Algunas fuentes apuntan a que estos cambios afectarán a varios obispos auxiliares, entre los que se puede encontrar alguno de Madrid y de Barcelona. Incluso con el nombramientos de alguno nuevo solicitado por el titular, como es el caso de Toledo.
Sustitución de cardenales
Durante las pasadas semanas corría el rumor de que ya se había iniciado el proceso de sustitución de los cardenales de Valladolid, Madrid y Valencia.
Según informaciones recogidas por Religión Confidencial, en Roma se habría decidido que, para no crear agravios comparativos, una vez que el cardenal Blázquez cumplirá pronto 80 años, edad que el Papa le dio como tope, y ante la situación personal por la que atraviesa el cardenal Cañizares, que ha dado un importante bajón en los últimos meses, se haría un movimiento conjunto.
El movimiento afectaría también a Madrid por la difícil situación que atraviesa esta diócesis. Los reiterados y recientes viajes del cardenal Osoro a Roma confirmarían este supuesto.
Lista de renuncias
En este momento, han presentado al Papa la carta de renuncia por edad los siguientes prelados: Blázquez, arzobispo de Valladolid, 79 años; Hernández Sola, obispo de Tarazona, 77 años; Osoro, arzobispo de Madrid, 76 años; Cañizares, arzobispo de Valencia, 76 años; Carlos López, obispo de Salamanca, 75 años; Murgui, obispo de Orihuela-Alicante, 75 años; Omella, arzobispo de Barcelona, 75 años; Pardo, obispo de Gerona, 75 años; Barrio, arzobispo de Santiago, 75 años, y Atilano Rodríguez, 75 años.
Además, el próximo 13 de noviembre se sumará a la edad de presentación de la renuncia el obispo de Almería, González Montes.
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