Atacaron en Munich, Alemania, la casa privada del médico católico pro-vida Gero Winkelmann, quien había convocado una marcha en contra del aborto.
Los activistas del grupo Pro Femina atacaron también un centro de asesoramiento al que deben acudir las mujeres antes de abortar.
Según informes de testigos presenciales, los extremistas advirtieron que el domingo actuarían contra un evento pro-vida en la capital de Baviera, algo que finalmente hicieron, llegando incluso a enfrentarse a la policía que protegía a los manifestantes.
Ademá de apoyar la marcha provida, la «ofensa» contra los abortistas por parte de Winkelmann fue que hace unos días publicó una invitación en su sitio web para participar en la campaña conocida como «Las 1000 cruces».
El daño a la casa ronda los 6.000 euros. La mayoría de los medios de comunicación alemanes guardan silencio sobre estos incidentes.
Los extremistas de izquierda atacaron también a 2.500 ciudadanos pro-vida en un mitin celebrado en Viena el pasado sábado.