Un embarazo en un contexto social difícil puede considerarse «un riesgo para la salud mental de la mujer». Por lo tanto, un aborto terapéutico es admisible incluso más allá del límite de las 20 semanas que marca la ley. Así lo estableció hace unos días el Tribunal Superior de Bombay en una polémica sentencia. La decisión de los jueces muestra que la protección de la vida por nacer es una cuestión que sigue abierta, también, en la India.
El tribunal se pronunció sobre el caso de una mujer soltera de 18 años que quiere abortar en la semana 26 de embarazo, pese a que el feto está sano y no conlleva ningún riesgo para su salud física. Los médicos le diagnosticaron un cuadro de depresión leve, que si se trata adecuadamente no conlleva problemas graves. Aún así, los jueces objetaron que, para una muchacha de 18 años de una familia pobre -que sobrevive vendiendo verduras y llevando un negocio de rickshaw y que además tiene otros hijos-, el embarazo podría tener un grave impacto en su salud mental a futuro. Por ello, los jueces autorizaron el aborto en el JJ Hospital, un nosocomio público de la ciudad.
Cabe agregar que hace pocas semanas, el Tribunal Superior de Kerala había fallado en contra de una petición muy similar presentada por una mujer que cursaba su 31ª semana de embarazo.
La decisión de la Corte de Bombay fue recibida con consternación por quienes luchan por el derecho a la vida. “La ley sobre el aborto -dijo a AsiaNews el doctor Pascoal Carvalho, miembro de la Academia Pontificia para la Vida- hace que ahora parezca que el feto no es un niño hasta el momento de su nacimiento. Nadie se preocupa por sus derechos. La culpa es de una sociedad que pretende resolver de esta forma su incapacidad para ayudar a las madres solteras. En cambio, las Misioneras de la Caridad, en Bombay y en todo el mundo, acogen a los niños y combaten el mal del aborto con adopciones. Como decía la Madre Teresa: «No maten al bebé, dénnoslo». Hay miles de historias de niños que fueron salvados así, y que hoy tienen una vida llena de amor y alegría».
Por Nirmala Carvalho.
Bombay, India.
AsiaNews.