El Vaticano ha hecho propuestas para una nueva comprensión y un ejercicio diferente del oficio papal, según el cual el Papa podría ser aceptado en el futuro como jefe honorario por otras iglesias cristianas. El cardenal de la Curia Kurt Koch, responsable del ecumenismo, y el secretario general del Sínodo Mundial de los Obispos, el cardenal Mario Grech, presentaron las propuestas el jueves en Roma en forma de un documento de estudio.
Las orientaciones recogidas bajo el título «El obispo de Roma» son el resultado de décadas de diálogos teológicos que varias iglesias cristianas han mantenido por separado con la Iglesia católica. El documento «El Obispo de Roma», aprobado por el Papa Francisco, propone varios cambios radicales para la Iglesia católica. Una «nueva comprensión» y un «ejercicio diferente» del primado papal deberían «contribuir a la restauración de la unidad de los cristianos».
- El primer cambio se refiere a una nueva lectura de las enseñanzas del Concilio Vaticano I. En 1870 éste proclamó la infalibilidad dogmática del jefe de la iglesia. También había declarado al Papa legislador supremo y juez de toda la Iglesia cristiana. Según el periódico, las decisiones tomadas en aquel momento deberían integrarse ahora en una teología más nueva, que ya no ve a la Iglesia como una monarquía, sino como una comunidad. Además, deberían adaptarse al “contexto cultural y ecuménico actual”.
NOTA PUBLICADA EL PASADO 9 DE JUNIO:
- A continuación, el documento pide una separación clara entre las diferentes áreas de responsabilidad del Obispo de Roma. Para ello tuvo que ejercer de forma más visible su episcopado local en Roma. Luego hay que aclarar hasta qué punto él, como «Patriarca de Occidente», puede estar al mismo nivel que las Iglesias de Oriente en determinadas cuestiones, mientras que en otras tendría la «primacía de la unidad en la comunidad de las iglesias occidentales y orientales».
- La tercera propuesta se refiere a la constitución de la Iglesia católica. Internamente, esto debe seguir avanzando hacia una “sinodalidad”, es decir, una consulta y toma de decisiones conjuntas. Esto incluye pensar en la autoridad de las conferencias episcopales nacionales y regionales y en la cuestión de qué posición ocuparán en el futuro en la red del Sínodo Mundial Católico y de la Curia Romana.
- Finalmente, el texto sugiere la creación de un nuevo nivel global de consulta con reuniones periódicas de líderes de iglesias de diferentes denominaciones. El objetivo es profundizar la comunidad existente entre ellos y hacerla más visible para el mundo exterior.
Propuestas para el papel «ecuménico» del Papa
El documento también contiene sugerencias sobre el futuro papel ecuménico del Papa. En el futuro, debería poder convocar y presidir consejos interconfesionales. También podría asumir el papel de mediador en caso de conflictos disciplinarios o docentes.
Respecto a las iglesias de Occidente separadas de Roma, el documento habla de una «primacía de la proclamación y del testimonio» que les resulta aceptable, incluso si aún no se ha logrado la plena unidad de la iglesia.
Implementación abierta
No está claro cómo se implementarán las propuestas del Vaticano bajo el derecho canónico. El Papa podría promulgar algunas de ellas, que conciernen a su propio poder o a la constitución sinodal de la Iglesia, a través de leyes eclesiásticas. Ya ha dado los primeros pasos en lo que respecta a su papel de obispo romano y a la constitución sinodal de la Iglesia.
Otros probablemente requerirían la aprobación de un Concilio Vaticano III. El reconocimiento del Papa como “jefe honorario” probablemente sólo podría lograrse mediante un nuevo tipo de “Sínodo ecuménico”. Al igual que en el primer milenio, los delegados de otras iglesias también participarían con derecho a voto.
Más debates
Como primer paso, el cardenal Koch anunció que el Vaticano enviaría las propuestas a las demás iglesias para su evaluación. Esperamos respuestas positivas y más debates.
CIUDAD DEL VATICANO.
JUEVES 13 DE JUNIO DE 2024.
KATH.