El transgenerismo es «más una industria que un movimiento». Se trata de crear un nuevo nicho de mercado para ganar dinero y luego llenar ese espacio con nuestra propia oferta: Grzegorz Górny.
Jennifer Bilek es una publicista estadounidense, anteriormente asociada con el entorno izquierdista, ahora «maldecida» por sus seguidores por demostrar los vínculos entre la comunidad LGBT y las grandes empresas.
!Mientras realizaba su investigación periodística, Bilek se preguntó cómo era posible que una ideología tan absurda como la ideología trans pudiera extenderse por todo el mundo, ganándose el apoyo de los grupos más ricos e influyentes del mundo», recuerda Górny en wpolityce.
El estadounidense publicó por primera vez en 2020 los resultados de la investigación en la revista «First Things», mostrando cómo los multimillonarios de hoy están haciendo fortuna promoviendo los objetivos del movimiento LGBT.
Uno de los mayores patrocinadores de comunidades de género en el mundo es, por ejemplo, la fundación Arcus, que les donó más de 58,4 millones de dólares sólo en los años 2007-2010. Adrian Coman, anteriormente conocido por sus actividades en las organizaciones de George Soros, se convirtió en uno de los directores de la fundación Arcus. Colaboró estrechamente con, entre otros, con la Fundación NoVo, que promueve el transgénero, y fue fundada por Peter Buffett, el hijo del multimillonario Warren Buffett«, informa un escritor polaco sobre sus conclusiones.
Bilek también demostró la conexión entre los promotores del movimiento trans y las grandes empresas farmacéuticas. Resulta que el fundador y mayor donante de la fundación Arcus es Jon Stryker, un hombre abiertamente gay y propietario de Stryker Corporation, valorada en 13.600 millones de dólares, una empresa médica que vende equipos quirúrgicos y programación para, entre otros, operaciones de «transición».
Su ejemplo muestra la conexión entre la comunidad LGBT y la industria médica y el lobby farmacéutico. Cada cirugía de transición significa la adicción del paciente a sustancias químicas, por ejemplo, bloqueadores de la pubertad o diversos tipos de «cócteles hormonales».
Según Bilek, el transgénero es «más una industria que un movimiento». Se trata de crear un nuevo nicho de mercado para ganar dinero y luego llenar ese espacio con nuestra propia oferta», concluye Górny.
Martes 26 de marzo de 2024.
wpolityce.