San José es un poderoso santo patrón. Él es, como lo llamó Juan Pablo II, el Guardián del Salvador.
San José aceptó humildemente su papel de protector, esposo y padre en la Sagrada Familia. Por eso, durante siglos se ha buscado la intercesión de San José. Obviamente, San José estaba muy cerca de nuestro Señor, por eso en esta novena nos dirigimos a él con un sentido de humildad porque era muy humilde.
Día 1 – José, el hombre justo
Incluso antes de que vivieran juntos en matrimonio, se hizo evidente que ella estaba esperando un hijo por obra del Espíritu Santo. José, su marido, que era justo y no quería avergonzarla, decidió separarse de ella silenciosamente. (Mt 1,18ss)
José tomó conciencia de la maternidad de María sin estar incluido en el misterio. Pero mantiene la cabeza fría; no culpa ni rechaza a su esposa.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
San José, eres el fiel protector y abogado de todos los que te aman y veneran.
Sabes que confío en tí y que vengo a tí después de Jesús y de María, porque estáis particularmente cerca de Dios. Por eso, me encomiendo humildemente a tu intercesión con todos mis seres queridos y todo lo que me pertenece. Te pido, por tu amor a Jesús y a María, que no me abandones durante mi vida y que estés a mi lado en la hora de mi muerte.
Glorioso San José, Esposo de la Virgen Inmaculada, ruega por mí para que tenga un espíritu puro, humilde y misericordioso y una perfecta sumisión a la voluntad divina. Sé mi guía, mi padre y mi ejemplo en la vida, para que yo muera como tú moriste en los brazos de Jesús y María.
Amado San José, fiel seguidor de Jesucristo, a ti levanto mi corazón, para, por tu poderosa intercesión, obtener del Divino Corazón de Jesús todas las gracias necesarias para mi bienestar espiritual y temporal, especialmente la gracia de una muerte feliz y de la Gracia especial que ahora pido: (Nombre la petición)
Guardián del Verbo Encarnado, estoy seguro de que tus oraciones por mí serán contestadas misericordiosamente ante el trono de Dios.
¡San José Justo, ruega por nosotros! Amén.
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo, como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.