Existen diferentes impuestos de carácter federal, estatal y municipal, regímenes fiscales, tipos de contribuyentes, impuestos sobre la renta (ISR), impuestos sobre el valor agregado (IVA), impuestos sobre automóviles nuevos, impuestos sobre los depósitos en efectivo, entre muchos otros tipos de impuestos. Estos tres niveles de impuestos se rigen por derecho público, por lo tanto, tienen un carácter de obligatoriedad para todos los mexicanos.
Mientras dure el siglo presente no podemos esperar a que desaparezca el impuesto tributario que se paga al estado, pues este es utilizado para soportar los gastos públicos y retribuirlos de manera equitativa, de acuerdo a la necesidad que se presente. Los impuestos los entiendo como un pago al Estado de carácter obligatorio, que consiste en la aportación monetaria que realiza el gobierno sobre los recursos de las personas y empresas.
El 57.5% de los mexicanos asalariados trabajan en el sector privado terciario, es decir, en el ámbito de las empresas mercantiles y de servicios. Por otro lado, solo 4.9% de la población económicamente activa trabaja en el gobierno, es decir, en el sector público.
Hay que remontarse a las primeras leyes tributarias que aparecieron en Egipto, Grecia y Roma; por ejemplo, los faraones del antiguo Egipto tenían recaudadores de impuestos, los bien llamados “cobradores de impuestos”, no obstante, la recaudación se remonta desde las primeras comunidades y civilizaciones, no se diga en tiempos de la colonización… a lo que quiero llegar es que las empresas privadas no se les tiene que ver como “enemigos del gobierno”, por lo contrario, son aliados, porque contribuyen a la recaudación de impuestos y, además de que generan empleos para la población, por qué golpear a los empresarios mexicanos y extranjeros, quienes contribuyen al desarrollo del país.
Es necesario subrayar que el elemento contributivo, a su vez, tiene un espíritu de justicia y de equidad que se dirige hacia el bien común. Antes bien, no se puede menos que examinar las causas de que este grave impuesto afecte a la economía de las empresas privadas y solo favorezca al gobierno. Es por tanto exigible que todo lo que el gobierno realice sea por bien de los ciudadanos para que lleven una vida digna humana, se les haga asequible el alimento, el vestido, la habitación, el derecho de elegir libremente un estado de vida, así como fundar una familia, además del derecho a la educación, al trabajo, incluso a la buena fama, al respeto, a una buena información y, sobre todo, a obrar según la recta norma de su consciencia con el derecho a la protección a la vida privada y una justa libertad, incluso en el ámbito religioso.
La recaudación del gobierno debe estar al servicio de la ciudadanía, no los ciudadanos al servicio del gobierno; en efecto, no soy disidente del gobierno, sino ciudadano por convicción y responsable, dad al César lo que es del César, los políticos y toda autoridad federal, estatal y municipal son instrumentos de Dios para llevar a cabo sus designios, aunque no lo sepan o no lo quieran, para eso fueron electos o puestos, “pues toda autoridad viene de lo alto”.
“La recaudación de los impuestos se destina a la satisfacción de ciertas necesidades de carácter colectivo como la educación pública, la seguridad, los hospitales públicos, la infraestructura y servicios de vías públicas, programas y proyectos de apoyo al desarrollo social y económico…” Tú, ¿cómo crees que es en realidad?