Del segundo Informe al tercer año de gobierno

ACN
ACN

El mensaje que pronunció el Presidente con motivo de la entrega de su segundo informe de gobierno dejó una sensación extraña: sin la grandeza escenográfica del Congreso de la Unión o del Auditorio Nacional, sin las filas de generales y almirantes, de embajadores y cónsules, de
grandes empresarios y expresidentes
, sin artistas ni deportistas de moda, sin grandes galas ni escoltas militares, sin un sinfín de cámaras de televisión para elegir los mejores ángulos del monarca (¡perdón, del presidente!), sin decenas de videos enaltecedores del gobierno preparados
especialmente para la ocasión, el mensaje presidencial fue cuestionado por la Coparmex como “una mañanera más, pero sin preguntas”.

En todo caso, la función del informe es informar (valga la redundancia) y no generar un ceremonial de pleitesía a la autoridad. En este sentido, el informe de este 2020 es muy complicado. Imaginemos, simplemente a un médico que nos deba de informar que estamos en una situación crítica. En
todo caso, si estamos tratando como sociedad de construir un futuro digno para nosotros y los que nos sigan, lo peor que podría hacer cualquier gobierno sería empujarnos a una mayor depresión y pesimismo. Sería como si el médico con el que hacemos la analogía, nos dijera que los más probable es que sufriéramos cada vez más hasta fallecer, aunque nuestra
suerte pudiese cambiar positivamente.

¿Qué tan graves estamos? ¿La situación económica del país es muy grave? Sí, pero eso no es novedad. No necesitábamos del informe para saberlo.
De hecho, tanto el Secretario de Hacienda, Arturo Herrera
, como el propio López Obrador, mencionaron antes del 1 de septiembre que:

La crisis actual es la peor desde la gran depresión de 1929-1933. Efectivamente, el PIB del país caerá este 2020 en cerca de 10%, algo nunca visto desde aquella época.

La cuestión no es entonces sólo la de cuánto estamos cayendo, sino la de cómo lo estamos haciendo. En tal sentido, lo que resaltó AMLO fue la importancia de las transferencias monetarias a diversos grupos de población, los apoyos a de $25,000 a empresas micro y pequeñas, así como
el significativo aumento a los salarios mínimos.

Si tales medidas contienen el empobrecimiento de la mayoría de la población, la estrategia habrá funcionado, al menos parcialmente. Pero para asegurar que esto es lo que ocurre, habrá que contrastar con los resultados de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares que no estarán disponibles sino hasta dentro de un año. La nula cultura de prevención. Sin embargo, la contención al deterioro social seguramente no
será suficiente.

El derrumbe del empleo ha generado una situación más desesperada que en la mayor parte de los países con el nivel económico de México, debido a la ausencia de un seguro nacional de desempleo, a la inexistencia de una renta básica universal y al trágico hecho de que la
informalidad no sólo dejó de ser un mecanismo de refugio ante la falta de empleos formales, sino que la misma informalidad se redujo inicialmente (ahora está repuntando) ante la presión inevitable del “quédate en casa” por el riesgo de contagio del Coronavirus.

Por el lado financiero, AMLO presume los mismos logros de los gobiernos de Peña, Calderón, Fox, Zedillo y hasta Salinas. Contención de la inflación, bajo déficit externo, bajo déficit fiscal, no crecimiento de la deuda, buenas reservas internacionales, baja en las tasas de interés, etc. El problema no es que existan tales equilibrios, sino que éstos se logren a partir de un gran debilitamiento financiero del Estado.

Para mejorar la distribución del ingreso, fortalecer las capacidades tecnológicas, garantizar los derechos sociales, reactivar la producción y proteger el medio ambiente, se requieren recursos.

En suma, el informe marca un manejo relativamente aceptable en un contexto terrible, pero al que le faltan elementos clave de transparencia, claridad de procesos y sostenibilidad tanto financiera como ambiental hacia el futuro.

¿El manejo económico durante a pandemia ha sido pésimo en México? Si comparamos con el plano internacional no tanto: con excepción de China y de la India, las expectativas son igualmente desastrosas por todos lados: el Banco de Inglaterra estima para su país una caída que puede ser mayor a 10 por ciento; según el FMI, las economías más avanzadas la caída llegará a 8% (en esa misma proporción caerían los Estados Unidos); Argentina y Brasil también tendrían caídas superiores al 9 por ciento, en tanto que en Asia, economías como la tailandesa caerían en más de 12 por ciento. En otros términos, estamos en línea con lo que ocurre en el mundo.

Con información de ArquiMedios/Ignacio Román Morales

Comparte:
By ACN
Follow:
La nueva forma de informar lo que acontece en la Iglesia Católica en México y el mundo.