El Papa Francisco ha erigido una nueva asociación privada de fieles destinada a acoger a los jueces, de los que normalmente se puede esperar que sean verdaderamente católicos y apoyen la doctrina de la Iglesia. Pero para algunos de ellos, ese no parece ser su perfil. El nombramiento provocó un escándalo en el país del Papa.
Los hechos
El Santo Padre ha publicado una quirografía por la que erige la Comisión Panamericana de Magistrados por los Derechos Sociales y la Doctrina Franciscana (COPAJU) en una asociación privada de fieles de carácter internacional, y crea bajo su dependencia el Instituto de Investigaciones Jurídicas Hermano Bartolomé de las Casas .
En adelante, las autoridades de COPAJU deberán obtener la aprobación pontificia de sus propuestas quinquenales, y las autoridades del Instituto estarán dirigidas por eminentes profesores y expertos en la materia.
Las implicaciones políticas
Esta decisión de Francisco llega en medio del proceso electoral argentino que debe designar al presidente y al vicepresidente del país. En efecto, la elección primaria, que debe designar al candidato de cada partido y que es obligatoria, tuvo lugar el pasado 13 de agosto. Vio a un candidato “antisistema” claramente tomando la delantera y empujando a los otros candidatos.
Algunos de estos provienen de la llamada corriente “kirchnerista”, que lleva el nombre del expresidente Néstor Kirchner. Esta corriente puede describirse como “de centro-izquierda”. Sin embargo, los profesores Raúl Eugenio Zaffaroni, Alberto Filippi y Marcelo Suárez Orozco, quienes fueron colocados al frente de la nueva asociación de fieles, son notorios kirchneristas.
En otras palabras, el nombramiento de Francisco presenta personas que apoyan a candidatos que actualmente están en una mala posición electoral, pero que cuentan con la amistad del Papa. Por eso la decisión papal ha escandalizado a gran parte de la población argentina, incluso en los medios de comunicación que siempre han defendido la actuación del pontífice.
Los excesos morales del recién nombrado
Es necesario, pues, señalar ciertas posiciones adoptadas por estos profesores frente a la doctrina católica. El señor Zaffaroni (83) fue miembro de la Corte Suprema entre 2003 y 2014 y juez de la Corte Interamericana de Derechos Humanos para el período 2016-2022. Ha estado muy vinculado a Néstor Kirchner ya la vicepresidenta Cristina Fernández.
Es un partidario fanático del abolicionismo penal: la abolición de la prisión, la policía y los tribunales. Es de esperar que la justificación de algunas de sus condenas no contamine los procedimientos judiciales de la Santa Sede. Es difícil no escandalizarse cuando absuelve al violador de una niña de 8 años porque «el único acto imputable fue cometido en la oscuridad».
Como juez de la Corte Suprema, Zaffaroni se pronunció a favor del matrimonio entre personas del mismo sexo y en contra de la “penalización del aborto” en el país. Los argumentos que expuso son los que también empiezan a sonar en ciertos círculos eclesiásticos.
El Papa nombró personalmente «para el período 2023-2028 como Presidente de la COPAJU al Magistrado Roberto Andrés Gallardo de la República Argentina», quien además de kirchnerista convencido es admirador de Lenin, Salvador Allende, Hebe de Bonafini y especialmente de el asesino Che Guevara.
Entonces, ¿cuál es el propósito del Papa detrás de este nombramiento? ¿Influir en la elección presidencial de su país, y por eso pagar el precio poniendo en su lugar jueces que apoyan el crimen y se oponen a la doctrina católica en más de un punto, cabeza de una asociación de fieles?
LUNES 21 DE AGOSTO DE 2023.
InfoCatolica/Wikipedia/Actualidad.
Ilustración: copaju.org