“Poco probable” que canto de la Virgen María para arrullar al niño Jesús, haya llegado hasta nuestros días: P. José de Jesús Aguilar

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En las redes circula un hermoso video en el que un Coro interpreta estupendamente una canción de cuna mientras se presentan bellas imágenes de un niño siendo arrullado con amor maternal. La información menciona que “Iavnana”, se trata del canto que la Virgen María utilizó para arrullar al niño Jesús.

“De ser cierto, -dicha aseveración-, esto sería maravilloso. Sin embargo, es muy poco probable que haya llegado hasta nuestros días un canto de hace dos mil años y, mucho menos, procedente del ámbito íntimo y familiar”,

dijo, el P. José de Jesús Aguilar, arcipreste del cabildo de la Catedral Metropolitana, al ser entrevistado en exclusiva con Agencia Católica de Noticias (ACN).

De forma concreta, explicó que en primera instancia el tipo de lenguaje que se utilizó en aquella época, tanto en forma hablada como escrita, ha cambiado mucho desde entonces.

La segunda razón es que en aquel tiempo no existía la música escrita, ya que los cantos y la música se transmitían oralmente.

“Esto significa que las personas aprendían de memoria los cantos para poderlos enseñar o transmitir. Y, como la memoria falla fácilmente, los cantos fueron sufriendo modificaciones, alterándose e, incluso, se llegaron a olvidar”,

amplió.

Ejemplificó lo que sucedió con los 150 salmos de la Biblia.

“Estos fueron escritos por inspiración divina no para recitarse sino para cantarse. El pueblo de Dios los fue transmitiendo por generaciones, como algo sagrado y ritual y, sin embargo, con el paso de los años se llegó a olvidar totalmente el tono, la melodía o la música con que se cantaban. Sólo se conservó la letra”,

puntualizó.

“Si esto sucedió con los salmos, entendemos fácilmente qué lo mismo pasó con toda la música antigua. Por eso, sólo hay hipótesis de cómo era la música egipcia, griega o romana; pero, en realidad, no sabemos cómo era”,

detalló.

Así, el sacerdote contextualizó que “en el siglo IV San Ambrosio y, posteriormente, en el siglo VI San Gregorio Magno, intentaron que, a través de la memoria de los cantores, los cantos antiguos se conservaran. Para ello reunieron a quienes conocían distintos repertorios y los invitaron a compartir sus conocimientos. Al ampliarse la memoria colectiva, los cantos podrían conservarse más fácilmente a lo largo del tiempo. De esa manera, especialmente a partir de la Schola Cantorum que formó el Papa San Gregorio en Roma, los cantos pudieron conservarse en la memoria. Pero, aun así, algunos llegaron a perderse.

“Recordemos que la notación musical, la manera de escribir notas, tiempos, compases, etcétera, tuvo inicio apenas hacia el año mil. Fue a partir de esa fecha en que la música y los cantos pudieron quedar plasmados en forma escrita y, desde entonces, ser conservados para la posteridad”,

estableció.

Por estas razones, indicó que “es muy difícil, aunque, no imposible, que un canto de cuna, con letra y música originales, hayan sobrevivido dos mil años en forma intacta”.

“¿Pudo haber sobrevivido alguna de sus partes o mezclarse con otras canciones de cuna posteriores? Son preguntas que no tienen respuesta”.

Sin embargo, “lo más importante, lo que ha sobrevivido y sobrevivirá a través de todas las generaciones no es el canto, la canción de cuna, sino el amor maternal de la Santísima Virgen María que no muestra la sagrada escritura y que se ve reflejado en la canción de cuna que, afinadas o desafinadas, ofrecen todas las madres a sus amados hijos”. Culminó.

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