El obispo de Irapuato, Enrique Díaz Díaz, aseguró que la sola detención de José Antonio Yépez, El Marro, así como de otros presuntos líderes criminales no se tradujo en una disminución de la violencia ni de la incidencia delictiva en el estado, pues señaló que no sólo basta con detener a los delincuentes, sino también trabajar de forma integral tanto gobiernos como la sociedad para cambiar los valores y la forma de educar a las personas.
Luego de que en los últimos siete días la violencia en el estado se recrudeciera, como en el caso de Salamanca, Enrique Díaz Díaz dijo que muy difícilmente la detención de una persona iba a ser factor para que las cosas cambiaran, si en la realidad todo sigue igual.
«Yo creo que ha sido importante la detención de este personaje, pero no basta, la violencia no es de una persona, la violencia y la corrupción se han hecho, diría yo, a veces comunitarias. Por decir desgracia ha sido Salamanca, pero no sólo ha sido Salamanca, ha sido Pénjamo, Abasolo, Huanímaro, aquí mismo, esta semana ha sido muy fuerte en desapariciones y en ataques».
“(…) Se puede detener a algunos líderes y puede disminuir su poder y puede asustar, pero mientras no cambiemos el corazón, mientras no cambiemos las relaciones, no va a ser posible cambiar la violencia y esto no es por un decreto, esto es un trabajo de todos y que nos falla a todos, nos falla la familia, nos falla a la Iglesia, nos falla a la sociedad, nos falla a la escuela, porque somos los que deberíamos de estar dando educación”, dijo el Obispo de Irapuato.
Enrique Díaz Díaz reiteró que detener a presuntos delincuentes no es la panacea si no hay una verdadera justicia que sea perceptible por los ciudadanos.
Además, dijo que se requiere de un trabajo muy fuerte para que los jóvenes no sean arrastrados por la delincuencia, que es otro de los focos rojos que tiene la sociedad actual.
«Yo creo que tenemos que ir poniendo las bases y las bases en nuestro hogar, en nuestros niños, en nuestros jóvenes para que no nos los gane el crimen, para que no se haga de ellos, sino para ir dándoles más valores y más fortalezas en su interior».
Con información de El Sol de Salamanca/Oscar Reyes