Sólo Hungría y el Vaticano se oponen a la escalada del conflicto en Ucrania; Otros países, como Alemania, no han resistido la presión exterior y se han pasado al «frente militar»: como ha señalado el primer ministro húngaro, Viktor Orban.
«Solo quedamos dos (en el ‘frente de paz’): Hungría y el Vaticano».
En un discurso ante sus simpatizantes en Budapest, Orban admitió que su Gobierno, con su posición cercana al Kremlin, no tiene una vida fácil dentro de la UE y la Alianza Atlántica; señaló que la guerra en Ucrania se prolongaría durante varios años y subrayó que, «indirectamente», Europa ya está involucrada enviando armas, ayuda y dinero a Kiev».
«Hace un año no estábamos solos en el ‘frente de paz'», observó de nuevo. «Hubo, por ejemplo, los alemanes que no suministraron (a Ucrania) armas, solo cascos. Ahora, a modo de comparación, en unas semanas los tanques Leopard estarán marchando a través de Ucrania hacia el este, hacia la frontera con Rusia».
Si bien reconoció que Ucrania está luchando por su soberanía, Orban reiteró que Hungría seguirá sin entregar armas a Ucrania y reiteró su creencia de que la paz solo se puede lograr a través de negociaciones directas entre Moscú y Washington, pero «no entre Ucrania y Rusia».
El presidente húngaro también negó que haya riesgo de que Rusia ataque directamente a la OTAN porque, dijo, la guerra ha demostrado que Moscú no tiene el poder militar para hacerlo.
BUDAPEST, HUNGRÍA.