La Iglesia católica de Zacatecas se vio sacudida por la muerte violenta del seminarista José Dorian Piña Hernández, estudiante del tercer año de teología del Seminario Conciliar de La Purísima. A través de un comunicado, el equipo formador dio a conocer la “triste noticia” del asesinato ocurrido la noche del martes 27 de diciembre en la comunidad de Ignacio Zaragoza en Noria de Ángeles, Zacatecas
De acuerdo con los primeros datos que se tienen del crimen, Piña Hernández y su familia fueron atacados por sujetos armados que balearon la camioneta en la que viajaban, muriendo el seminarista y un niño, mientras que dos mujeres fueron heridas.
La comunidad del Seminario Conciliar condenó el crimen y “cualquier forma de violencia en cualquier grado y circunstancia y, por tanto, a cualquier tipo de persona”. Comparando a Zacatecas con Ramá, el territorio descrito en el libro de Jeremías 31,15 donde se escuchan los quejidos y lamentos de Raquel, la esposa de Jacob y la madre de José y Benjamín, aquella que muere dando a luz a su segundo hijo, Benjamín, y que Jeremías la toma como símbolo del dolor y llanto en una perspectiva de vida impensable, de la cual el Seminario de Zacatecas usa el nombre de esa mujer, el comunicado expresa que lloran las pérdidas de los hijos clamando por el fin de la violencia y, en una referencia al 28 de diciembre, a impedir la muerte de inocentes pidiendo a los responsables, “por caridad humana y cristiana que tomen cartas en el asunto a quienes corresponde investigar y esclarecer este hecho”.
Por su parte, la oficina de comunicación social del obispado de Zacatecas consideró que estos tiempos se viven en un “clima de tinieblas” y exhortó a los fieles a “ser luz de esperanza” con los hermanos que sufren.
COMUNICADO DE LA DIÓCESIS DE ZACATECAS
En últimos meses, el territorio del Estado de Zacatecas se ha convertido en un botín de los carteles de la droga disputándose la plaza en una guerra implacable en la que existen retenes ilegales, bloqueos y un peculiar estado de sitio. Zacatecas es la décima entidad más violenta del país. De los 28,469 asesinatos a nivel nacional entre enero y noviembre de este año, en el Estado se cuentan 1,218 (4.2%) del total. En la nochebuena 2022, la ola de violencia no paró debido a enfrentamientos, dos homicidios e inseguridad. De hecho, en enero, el crimen organizado inauguró el año y el día de reyes dejó una camioneta con seis cuerpos frente al Palacio de Gobierno.
Sigifredo Noriega Barceló, obispo de Zacatecas, denunció la existencia de retenes del crimen organizado que impiden la libre circulación. En junio, haciendo una visita pastoral en los municipios de Huejuquilla a Tenzompa, al norte del estado de Jalisco, y que son parte de la diócesis, el obispo y sus acompañantes dieron con este retén que les dio libre paso tan sólo con identificarse: “Nunca me había tocado pasar por un retén así”, pero «¿cómo es posible -cuestionó- que se estén dando este tipo de situaciones y se esté viendo ya como cosa normal, es muy peligroso que la violencia asesina se vea ya como parte de la normalidad», dijo el prelado quien ocupa la cátedra de esa diócesis desde el 2012.
El 11 de enero de 2022, el obispo dirigió un mensaje a los feligreses haciendo un llamado a la paz. En ese mensaje describió la situación misma que ha normalizado el clima de violencia: “Cuando creíamos haberlo visto todo, sucede algo que nos aterroriza aún más; los signos de barbarie y muerte son, desde hace tiempo y por desgracia, cosa cotidiana en nuestros pueblos y comunidades de Zacatecas. Son muchas las familias sumidas en la incertidumbre por el hijo desaparecido, por el esposo ‘levantado’, demasiados los lutos y duelos inconclusos”.
Los restos del seminarista José Dorian Piña Hernández serán velados en su tierra natal y las exequias se realizarán el viernes 30 de diciembre. Descanse en paz.