* «Estamos muy angustiados, muy dolidos con esta situación», dice una misiva.
Feligreses de la ciudad de San Ramón de la Nueva Orán se manifestarán hoy, desde las 10, frente a la sede del Obispado de esa diócesis, en la esquina de las calles Egüez e Yrigoyen, para rechazar la presencia del obispo emérito Gustavo Zanchetta, condenado por abuso sexual, en el Monasterio Nuestra Señora del Valle, donde cumple el beneficio de la prisión domiciliaria que le concedió la justicia salteña.
La movilización surgió luego de que la creyente Stella Maris Corbacho enviara una carta al obispo Luis Antonio Scozzina cuestionando la presencia del cura condenado en el Monasterio, un lugar pensado para el retiro de los religiosos mayores de la diócesis de Orán.
“Me dirigí como feligresa porque estamos muy angustiados, muy dolidos con esta situación”. “No sabemos ya qué pensar”, explicó Corbacho en comunicación con Salta/12. Dijo que su iniciativa logró la adhesión de muchas personas, que se contactan con ella para expresarle su perplejidad por la decisión del obispo Scozzina. “Tenemos muchos hermanos y ellos se manifiestan, justamente no saben qué pensar”, sostuvo, y contó que incluso dos personas evangélicas le expresaron ayer su apoyo a la causa iniciada con la carta que presentó el 11 de julio en el obispado de Orán y que hasta anoche no había recibido ninguna respuesta.
Estos interrogatorios son porque “ya venimos de hace mucho esperando que el obispo nos reciba, que se manifieste, que hable”, explicó la autora de la carta entregada en el obispado oranense.
Corbacho destacó que en el Monasterio ahora usado por Zanchetta vivió hasta su muerte el padre Diego Calvisi, al que definió como «un sacerdote auténtico», y consideró una falta de respeto que en ese mismo lugar «construido con el fin de recepcionar a los sacerdotes ancianos», se aloje alguien condenado por abuso sexual. El enojo es mayor porque Calvisi, junto a Andrea Buttu, acompañaron en su momento las denuncias por abuso sexual.
Pasividad cómplice
«Estamos indignados es con esta pasividad de la Iglesia, este silencio, que lo hace cómplice, este silencio que viene desde el juicio a Zanchetta”, subrayó Corbacho. Recordó que recién una vez finalizado el juicio, en marzo de este año, en el que Zanchetta fue condenado a 4 años y seis meses de prisión, el obispo Scozzina hizo una carta pero solo habló de abuso de poder, “ni siquiera toma conciencia que fue por la justicia acusado y declarado culpable de abuso sexual. Abiertamente no lo reconoce, esa carta también irritó mucho a la grey católica”, aseguró.
Corbacho lamentó que “hasta ahora (el obispo) sigue en silencio”. Contó que esperó respuesta a su carta ayer, “y nada. No hay ninguna respuesta. Decidí que nos podamos manifestar, a través de las redes, una convocatoria abierta, no solo a creyentes”, y destacó que recibió muchas adhesiones, incluso de organizaciones sociales que se sumarán a la movilización frente al obispado de Orán, a las 10, “en un horario que sé que está monseñor, y sé que está en la zona porque me dijeron que estaba hoy (por ayer) ahí con el abogado canónico de Zanchetta”, Javier Belda Iniesta, contó. Según supo, ayer hubo una reunión entre Scozzina, Belda Iniesta y el sacerdote Carlos Subelza, párroco de la catedral de Salta.
Será “una movilización pasiva, nosotros como creyentes estamos en oración, en ayuno, pero de pie, haciendo presencia y pidiendo (a Scozzina) nos escuche este petitorio, que retire a Zanchetta del convento. Por respeto a la memoria del padre Diego y también porque hay jóvenes que están sufriendo que son las víctimas”.
Corbacho cuestionó también la decisión judicial de otorgarle prisión domiciliaria al obispo emérito condenado, habla de riesgo de vida de Zanchetta, como si estuviera moribundo. “Sabemos cómo son las estrategias”, señaló. Asimismo, destacó que el religioso tiene en Orán «apoyo acá de todo tipo”. “Él siempre se juntó acá con los poderosos, con finqueros, con legisladores, del mismo clero» porque a raíz de las denuncias contra el prelado «el clero está dividido”, y se lo dijo: «que destruyó a la iglesia, dividió el clero, destruyó la vida de los jóvenes”, recordó.
Una Iglesia que ignora
Corbacho aseguró que Zanchetta ahora “va por la cabeza” de los denunciantes que lo llevaron a juicio por hechos de abuso sexual. Y lamentó que el obispo Scozzina “nunca” se haya reunido con los ex seminaristas que fueron víctimas de estos hechos. “Lo peor es que los chicos siguen mal, siguen con psicólogos, siguen en esa situación como quedan las víctimas, están a la deriva totalmente y siendo que la iglesia tiene medios, tiene formas de ayudarlos, eso es lo más triste”. Añadió que a los feligreses de Orán les sorprende esta protección al obispo condenado.
Y por otro lado, lamentó que Scozzina tampoco actuó en una denuncia eclesial que presentó un grupo de feligreses de la iglesia San Antonio de Orán contra el sacerdote Julio Velázquez, por distintos hechos de violencia, «porque él corrió a la mitad de la iglesia, sabés la gente que dañó psicológicamente Julio Velázquez”. Corbacho destacó que un grupo de personas se reunió con Scozzina para pedirle que intervenga en San Antonio pero el obispo no tomó medida alguna, y consideró que se deba a que «Velázquez es la mano derecha de Scozzina».
“No actuamos así nosotros los cristianos”. “Nuestro ejemplo es Jesucristo y ese es nuestro modelo, pero esta gente lamentablemente hace perder la fe a la gente, esto lo que nos preocupa también. Destacamos que hay muchos sacerdotes buenos, auténticos trabajadores de la viña del Señor, pero muchos otros no«, aseguró. Y recordó al sacerdote Fernando Páez, cercano a Zanchetta, que también está denunciado por abuso sexual y que, sin embargo, seguiría ejerciendo el sacerdocio en la localidad de La Unión, en el departamento Rivadavia, “donde hay mucha gente humilde, pueblos originarios, chicos, para mí es una bomba atómica que lo tenga ahí, estamos muy preocupados por eso también nosotros”.
BUENOS AIRES, Argentina.
Miércoles 13 de julio de 2022.
PAGINA/12.