Disminuye el número de contribuyentes que deciden destinar el llamado «ocho por mil de su IRPF» a la Iglesia Católica y, en consecuencia, también disminuye la cantidad que debe gestionar la Conferencia Episcopal Italiana, aunque todavía se mantiene por encima de los mil millones de euros cada año. .
En 2022 –en base a las declaraciones de la renta producidas en 2019– a la Iglesia Católica se le asignaron 1.111 millones de euros, 25 menos que el año pasado, cuando fueron 1.136 millones, (v. Noticias Adista n. 21/21). De hecho, si el año pasado (por tanto en las declaraciones de la renta de 2018) de haber firmado por la Iglesia Católica había 13.520.527 contribuyentes, este año (o en las declaraciones de 2019) fueron 13.156.156, casi cuatrocientos mil menos. Y el próximo año (declaraciones fiscales 2020), según los datos facilitados por el Ministerio de Economía y Hacienda, el descenso aún más notorio: 12.056.389 firmas,
Haciendo un análisis sobre las cifras globales, la Iglesia católica es elegida por cerca del 30 por ciento de los contribuyentes: precisamente el 32,81 el año pasado, el 31,8 este año y el 29,03 el próximo, cuando por tanto bajaremos del umbral del 30 por ciento (y en las sumas caerán por debajo de los mil millones), lo que pone de manifiesto una importante «desafección» hacia la Iglesia católica.
Pero es todo el «llamado sistema del ocho por mil» ee el que da síntomas de crisis evidente: el año pasado el porcentaje de contribuyentes que no había hecho ninguna elección entre las 13 posibles (es decir, el Estado o alguna de las 12 confesiones religiosas que firmaron convenios) fue igual a 57,82, este año ha subido a 58,41 y el año que viene será igual a 59. Eso es que ya casi dos de cada tres contribuyentes dejan en blanco la casilla del ocho por mil. Y es precisamente este hecho,
En cuanto a la distribución de los fondos, la Asamblea General de la CEI confirmó las elecciones realizadas en los últimos años: un cuarto de los mil millones recaudados se destina a intervenciones caritativas (aunque la campaña publicitaria del ocho por mil sugiere, como es habitual, que la porcentaje es mucho mayor), las tres cuartas partes restantes se utilizan para el sostenimiento del clero y para las necesidades de culto y cuidado pastoral.
En concreto, se destinaron 283 millones de euros (el 25% del total) a intervenciones solidarias, 30 más que en 2021, repartidos de la siguiente manera: 150 millones para diócesis, 80 para el “Tercer Mundo” y 53 para “necesidades de trascendencia nacional” . 366 millones se destinaron a «culto y pastoral» (33% del total), de los cuales 158 millones para diócesis para culto y pastoral, 109 para edificios religiosos (de los cuales 25 para la protección del patrimonio cultural eclesiástico), 45 para catequesis y educación cristiana, 13 para tribunales eclesiásticos regionales y 42 para «necesidades de importancia nacional» no especificadas. Se han reservado 410 millones (37% del total) para el sostenimiento del clero. Quedan 51 millones en efectivo (5% del total), reservados «para uso futuro para el culto, la pastoral y la caridad».
Por Luca Kocci
ROMA, Italia.