“Afganistán ha sido abandonado por todos: ya no queda nadie, ni la Iglesia ni la cooperación al desarrollo. El pasado agosto, cuando los talibanes tomaron el poder, nos fuimos todos, utilizando el canal del puente aéreo que nos ofrecieron”. Esto es lo que dice el padre barnabita Giovanni Scalese a SIR y a “Popoli e Missione” .
El misionero habla desde Milán, pero hasta el pasado 26 de agosto estuvo al frente de la Missio sui iuris en Afganistán. Dice que el pueblo afgano necesita urgentemente ayuda por el devastador terremoto en el este, que según fuentes de Al Jazeera ya ha causado 1.500 muertos, pero «no hay nadie para ayudarlos».
Con gran pesar, el padre Scalese explica: “Ahora he leído el tuit de la embajada italiana en Afganistán, que, sin embargo, ha sido reabierta en Qatar y, por lo tanto, no ha estado activa en el territorio durante algún tiempo. Este tuit expresa cercanía con el país y promete ayuda. ¿Pero cómo? Me pregunto. ¿Cómo podemos ayudar si no estamos ahí?”. Según el padre Barnabita, “decir que Italia actuará en colaboración con todos los demás países en la práctica” no significa mucho.
El pasado agosto, recuerda, “había que poner a salvo a las monjas con niños discapacitados: yo estaba protegido pero las monjas vivían en la ciudad y no estaban muy seguras; por eso aprovechamos el puente aéreo para salvarlos”. Desde entonces, el padre Scalese ha intentado regresar a Afganistán en repetidas ocasiones, pero nunca ha podido.
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