Los templos permanecen cerrados desde hace cinco meses, pero nuestros corazones están abiertos a la voluntad de Dios y, hoy más que nunca, debemos tener una fe inquebrantable, externó el Obispo de Tlaxcala, Julio César Salcedo Aquino.
En la celebración eucarística por el cambio de vestido de la Virgen de la Caridad, en Huamantla, afirmó que debemos orar para que termine la pandemia que ha dejado miles de muertos.
Asimismo, exhortó a la población a cuidarse de un contagio por la enfermedad viral que ha cambiado la vida de los tlaxcaltecas.
Ayer, la 143 edición de la celebración eucarística a Nuestra Señora de la Caridad fue distinta a todas. A puerta cerrada, sin repique de campanas y pirotecnia, la misa fue transmitida por Facebook.
Ante el semáforo naranja que vive Tlaxcala por la pandemia de la Covid-19, la feligresía siguió desde sus teléfonos celulares y, en casa, el acto litúrgico. En saludo de paz virtual y para comulgar fue diferente, todos portaban con cubrebocas y caretas.
Los 51 minutos que tardó la misa fueron de sana distancia, con máximas medidas de protección ante un contagio. Aunque la Diócesis de Tlaxcala autorizó abrir los templos católicos desde el domingo pasado, en el Pueblo Mágico todo está cerrado.
Una diminuta comitiva encabezada por Salcedo Aquino acompañó a la Virgen de la Caridad hasta su altar.
En punto de las 13:00 horas comenzó la tradicional misa a la que solo asistieron las Bordadoras Estrellas del manto y vestido sagrado. Y en el interior de la Basílica había más representantes de medios de comunicación que feligreses y sacerdotes.
EL VESTIDO Y MANTO
Durante cuatro horas, las bordadoras encabezadas por Elvira y Laura Hernández vistieron a la Virgen.
Ella apareció ataviada en un vestido de color perla y bordes de oro, mientras que el manto azul era turquesa y con bordes de plata de colores. El vestido mide 70 centímetros y el manto tres metros de largo.
EL RECINTO
Para acceder a la Basílica fue todo un protocolo: solicitud por escrito, identificación del medio de comunicación, cubrebocas, caretas, control de temperatura, aplicación de gel y desinfectante.
De las 60 bancas de madera existentes solo fue utilizada un 25 % y siempre se guardó la distancia entre una y otra persona. Cuatro arreglos florales de rosas adornaron el altar de la Virgen de la Caridad.
BORDADORAS EN MISA
Para las Bordadoras Estrellas de Huamantla fue un privilegio participar en la misa de acción de gracias entre la pandemia. Después de un trabajo de 30 días, su esfuerzo se vio compensado pues estuvieron presentes en misa.
Algunas se mostraron efusivas y otras hasta derramaron lágrimas. Las bordadoras tuvieron la distinción de estar cerca de la Virgen, pero miles de feligreses huamantlecos no lo podrán hacer, al menos este año.
- En punto de las 13:00 horas comenzó la tradicional misa a la que solo asistieron las Bordadoras Estrellas del manto y vestido sagrado.