En emotiva celebración que reunió a cientos de feligreses de la colonia Reforma Social de la Ciudad de México, la comunidad de la parroquia de san Isidro Labrador celebró el particular momento de gracia al abrirse la Puerta Santa por los 400 años de su santo patrono con gran participación y alegría que incluso se extendió a varias cuadras de la parroquia cuando la festividad religiosa fue evidencia del reavivamiento espiritual que había estado aletargado en esa comunidad.
Apenas con unos meses al frente de la comunidad, el canónigo Hugo Valdemar Romero impulsó este momento que fue concedido por el Papa Francisco y que fue posible el 15 de mayo, festividad de san Isidro, cuando el arzobispo emérito de México, cardenal Norberto Rivera Carrera, presidió la eucaristía para abrir la Puerta Santa y el Año Santo 2022-2023, en una particular concesión, única en la arquidiócesis de México en este año.
Con un excelente estado de ánimo, el arzobispo emérito inició la procesión de entrada con la letanía de los santos para dar el martillazo de apertura de la puerta parroquial que será el umbral por el cruzarán los fieles quienes tendrán los beneficios espirituales e indulgencias en este año de gracia.
La solemne procesión de entrada esperaba a Rivera Carrera quien se hincó en el umbral de la puerta para hacer oración. Ahí mismo, cambió los ornamentos litúrgicos para usar la casulla. Con esto, la eucaristía en este momento santo dio inicio previo a la lectura que el párroco Hugo Valdemar Romero leyó el decreto de concesión del Papa Francisco y la Penitenciaría Apostólica gracias a las “atentas peticiones hechas recientemente por el Excelentísimo señor Salvador González Morales, obispo auxiliar de México, junto con el párroco de Isidro Labrador, de la misma arquidiócesis, en ocasión de las solemnes celebraciones en honor del santo patrón san Isidro, que se realizarán del día 115 de mayo del 2022 al 15 de mayo del 2023, concede benigna indulgencia…”
Animados por el extraordinario ensamble coral que dio solemnidad única a la eucaristía, el arzobispo emérito tomó su tiempo, sin prisas y buena cadencia en la celebración litúrgica acompañado de una media docena de sacerdotes celebrantes. La extensa homilía de Rivera Carrera quien, previamente, agradeció a Valdemar Romero por la invitación a la apertura del año jubilar, versó acerca de la vida de san Isidro y los milagros que Dios realizó en su vida, especialmente recordando los episodios de la sanación del rey Felipe III y el milagro del pozo que salvó a uno de sus hijos.
Rivera Carrea exhortó destacó las cualidades humanas del santo al ser amante de la naturaleza, de los animales y del prójimo. A referir a las lecturas del V domingo del tiempo pascual, al arzobispo emérito destacó la importancia del cielo nuevo y la tierra nueva:
“La Jerusalén celestial desciende de los cielos para que Dios tenga su morada en medio de nosotros. El Señor es nuestro Dios y Él nos ha escogido como su pueblo para habitar en medio de nosotros… pero ¿cómo Dios puede habitar en medio de nosotros? Por el mandato que acabos de oír, antiguo, pero siempre nuevo, el mandamiento nuevo que les doy es que se amen los unos a los otros”.
El arzobispo emérito destacó la calidad de san Isidro como amante de la naturaleza y animó a los asistentes para tomar su ejemplo en medio de la Ciudad cuando el ambiente es degradado y contaminado, especialmente ante la escasez de bienes como el agua, aspecto de la homilía que era escuchada por las autoridades de la alcaldía Miguel Hidalgo presentes en la celebración:
“Nos quejamos porque duele mucho no tener agua, pero nosotros podemos contribuir a cuidar esta agua que nos queda. En nuestro México, ya hay varias ciudades que se van quedando sin agua cuando se daban el lujo de limpiar el patio con agua, cuando, descuidadamente, dejaban la llave abierta para que el agua se tirara. Nosotros podemos hacer mucho para que todos tengamos agua. Espero que aquí tengan agua siempre, pero ya hay varias colonias en nuestra ciudad que tienen un agua terrible, que no se puede beber y ni siquiera se puede usar para lavar…”
Igualmente, animó a todos a tomar el ejemplo de san Isidro para reservar un tiempo al Señor y ofrecer trabajo y esfuerzos sin escatimar cosa alguna:
“Esta es la visión que su servidor tiene de san Isidro. Un hombre dedicado a su trabajo, trabajaba duro, un hombre dedicado a su familia, un hombre que ponía ante todo y sobre todo, como ya dije, a Dios. Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma. Poner a Dios sobre todas las demás cosas, San Isidro sabía que su trabajo producía para sostener a su familia, para contribuir con su Iglesia y para contribuir, sobre todo, con sus prójimos, con los mas pobres, sabía que ese era el camino para el cielo, ponía toda su esperanza para llegar a una felicidad completa. Por eso, nosotros lo veneramos porque tenemos la seguridad de que está en el cielo y puede interceder por nosotros, si nosotros nos dedicamos a nuestro trabajo, a nuestra familia, si realmente compartimos lo que Dios nos ha dado con los más pobres, si nosotros somos realmente, miembros vivos de nuestra Iglesia…”
Rivera Carrera continuó la celebración y en el momento de la paz, descendió del presbiterio para estrechar la mano de los fieles. Ahí estaba el alcalde de Miguel Hidalgo, Mauricio Tabe Echartea y su esposa a quien el padre Hugo Valdemar agradeció su presencia.
Al término de la celebración, una discreta convivencia tuvo lugar en el claustro parroquial con las autoridades de la alcaldía, sacerdotes concelebrantes, invitados y el personal de la nunciatura apostólica en México. Rivera Carrera también tuvo un momento de diálogo con la senadora de la República, Xóchitl Gálvez y colaboradores del alcalde Mauricio Tabe Echertea quien, en entrevista con ACN-Infovaticana, compartió algunas impresiones acerca de la apertura de la Puerta Santa y del año jubilar para la comunidad de San Isidro y afirmó: Es un gran momento para la comunidad cristiana, sin duda un momento de paz y de felicidad.
Tabe Echartea expresó su admiración por el arzobispo Rivera Carrera al calificarlo como un gran personaje de México y de la Iglesia. Y dijo que el Año Jubilar es oportunidad para fortalecer los trabajos en favor de la comunidad: “Nos vamos a reunir para favorecer el trabajo comunitario para bien de todos nuestros vecinos” expresó y, al final, dejó un mensaje a los lectores de la ACN-Infovaticana: “La alcaldía Miguel Hidalgo está a las órdenes y con la idea de trabajar por una comunidad más unida y solidaria”.