Hace casi un año, el 20 de julio de 2021, fue aprobado por el Congreso del Estado de Veracruz, con 25 votos a favor y 13 en contra, el Proyecto de Decreto que reformó los Artículos 149, 150, 151, 153 y 154 y derogó el Artículo 152, del Código Penal del Estado. Dicha iniciativa fue presentada por la entonces diputada de Morena, Mónica Robles.
En su exposición de motivos, la diputada Robles erróneamente justificó el crimen horrendo del aborto, como un “derecho a la salud reproductiva”, un método de reducción de la tasa de fecundidad, y como una forma de ejercer los “derechos sexuales y reproductivos”. La diputada interpretó que los dictámenes de la SCJN dan prioridad a la “libertad de la mujer a decidir” por encima del derecho a la vida, de un individuo, indefenso y diferente a su madre.
Ningún tratado internacional firmado por México reconoce el crimen del aborto como un derecho. El aborto nunca será un derecho humano. Eso equivaldría a decir que se cuenta con el permiso para asesinar a otra persona. Si se abre la puerta a estos pensamientos exterminadores, más tarde no podremos defender la dignidad de ninguna persona. Un pensamiento como éste es propio de la ley de la selva, dónde el más fuerte destruye al más débil.
La reforma aprobada por los diputados de Morena se contrapone al Artículo 4º. de la Constitución del Estado de Veracruz, que protege la vida del ser humano desde la concepción hasta la muerte natural. Por donde se le quiera ver, esa reforma era algo inconstitucional. Por lo que se observó, los diputados votaron bajo consigna, aplicando la aplanadora mayoritaria, aunque no les asistiera la razón jurídica ni la verdad.
Esa reforma fue además un atentado a la voluntad popular que en el 2016 logró que la vida se protegiera en la Constitución del estado de Veracruz. No fue ningún partido, ni gobernante el que llevó esa iniciativa al Congreso, sino los ciudadanos organizados, quienes presentaron la iniciativa de reforma, reunieron más de 28 mil firmas y la defendieron hasta lograr su votación
En esa reforma votada del 21 de julio de 2021, se redefinió en el artículo 149 el concepto de aborto, como la “interrupción” del embarazo después de la décima segunda semana de gestación. El aborto provocado en realidad no interrumpe nada, se trata de una expresión eufemista para justificar lo injustificable. En efecto sólo se interrumpe aquello que puede ser reanudado. Puede interrumpirse por ejemplo una actividad deportiva o la corriente eléctrica. Se puede interrumpir un discurso, una conversación, un escrito o una comida; pero el aborto no interrumpe el proceso de gestación de una persona. El aborto asesina, destruye o aniquila a una persona en gestación. El lenguaje utilizado en esa reforma está lleno de mentiras.
Para defender la protección constitucional de la vida en Veracruz, se intentó presentar una controversia constitucional ante la Corte pero lamentablemente no se alcanzaron las firmas suficientes para gestionarlo, ya que algunos diputados se escondieron y optaron por lo políticamente correcto, traicionando sus principios y el honor a la verdad, prefirieron echarse encima la sangre de los inocentes que serían exterminados por su complicidad.
De ahí que el camino escogido para frenar esta reforma criminal fue la presentación de un amparo promovido por la asociación civil Humanismo y Trascendencia para Veracruz, el cual está por resolverse este próximo 16 de mayo, en el Juzgado 17 de Circuito en Materia Mixta, a cargo del Juez Jesús Arturo Cuéllar Díaz. En esta solicitud de amparo, se comprueba la inconstitucionalidad de las reformas aprobadas al Código Penal de Veracruz, se reivindica el derecho humano a la Vida del “nasciturus” y se solicita la suspensión definitiva de la reforma aprobada el 20 de julio de 2021, con efectos para toda la ciudadanía.
Como Iglesia abrazamos esta causa de la defensa de la vida y por ello respaldamos y acompañamos
a los diferentes liderazgos y grupos provida que mantienen esta lucha por defender al ser humano, haciendo con ello un gran aporte a la cultura de la vida.
Esperamos que en Veracruz se salvaguarde el estado de derecho y que se respete el artículo 4º de la Constitución que protege la vida desde la concepción hasta su desenlace natural. Esa es la voluntad del pueblo veracruzano que ama la vida a pesar de los flagelos que nos han estado lastimando.
Pbro José Manuel Suazo Reyes
Vocero de la Arquidiócesis de Xalapa