* El sumo pontífice anunció por medio de la cúpula de la Iglesia que no quiere interferir en la política local; el Presidente le agradeció los gestos para acordar con el FMI.
* Evitará una visita al Vaticano.
El Papa Francisco no vendrá a la Argentina al menos en los dos próximos años y Alberto Fernández le agradeció sus gestiones para cerrar el acuerdo con el FMI pero no quiere ir al Vaticano en lo inmediato para evitar que la puja interna que mantiene con Cristina Kirchner se cuele en una eventual visita.
En este punto se encuentra hoy la relación de Jorge Bergoglio con la Argentina y especialmente con el gobierno de Alberto Fernández: es decir, una relación «muy buena» pero que está atada estrictamente a un intercambio protocolar.
Así los definieron a El Cronista dos funcionarios de alto rango de la Casa Rosada que mantienen muy buena relación con la Iglesia y acceso directo al despacho presidencial.
Según se pudo saber, en las últimas semanas la cúpula de la Iglesia en Buenos Aires le transmitió el mensaje papal al gobierno de que Francisco no quiere venir a la Argentina en estos momentos porque habría dicho que «no cree que pueda sumar un viaje al país en este momento» y, además, entiende que ello «podría profundizar aún más la grieta entre los argentinos».
En este contexto, está claro que este año no vendrá el Papa al país y el año que viene está descartado de plano porque por costumbre histórica el jefe de la Iglesia no acostumbra visitar a países en años donde se disputan elecciones presidenciales. Este será el caso de la Argentina el año entrante. Así, hasta el 2024 al menos los arhentinos deberán esperar para ver a Francisco arribar a Buenos Aires.
¿Resulta cordial la relación actual entre el Papa y el Presidente?
«Hay una muy buena relación. Ambos coinciden en la mirada social del mundo y Alberto Fernández le agradeció todas las gestiones que hizo para acercar posiciones con el FMI», reveló un funcionario de la Casa Rosada.
Es decir, la relación es «cordial» entre el Papa y el Presidente. Pero está claro que ese vínculo se limita hoy a mensajes protocolares de saludos. La última vez que Alberto Fernández envió un mensaje de salutación a Bergoglio fue en diciembre para su cumpleaños y luego para la Navidad. Sólo fueron mensajes oficiales.
Hasta donde se sabe no hay mensajes privados por mail o por WhatsApp entre ambos. Diferente es el vínculo que el Papa tiene con otros referentes del oficialismo como el secretario de Culto, Guillermo Oliveri; el diputado Eduardo Valdés o el secretario de Asuntos Estratégicos de la Presidencia, Gustavo Béliz, con quienes el Sumo Pontífice mantiene un intercambio más informal por medio de mails acerca de diversos temas de actualidad mundial. Pero ello ocurre en estricta reserva.
Quienes mantuvieron estos diálogos en los últimos tiempos con Bergoglio aseguran que el Papa está muy afectado por la guerra en Ucrania pero que no puede intermediar por la paz si no hay un pedido de ambas partes. Hasta ahora sólo fue el presidente ucraniano Volodimir Zelenski quien pidió una mediación papal. Pero no se espera que Vladimir Putin vaya a ir por ese camino.
En el actual contexto de tensiones internas en el Frente de Todos, Alberto Fernández optó por evitar un viaje al Vaticano este año. «No quiere que la puja con Cristina se cuele en una visita, que se hagan interpretaciones antojadizas o que se manche una relación que es muy buena con el Papa«, confió otro hombre de peso en el gobierno.
De esta manera, si el Presidente planifica un viaje a Europa no tendrá en cuenta su paso por el Vaticano.
En el gobierno recuerdan muy bien las gestiones que hizo Francisco con la titular del FMI, Kristalina Georgieva, para avanzar en el acuerdo por la deuda de Argentina.
También destacan la buena sintonía que tuvo con el ministro de Economía, Martín Guzmán, quien se hospedó en Santa Marta, la residencia papal en el Vaticano en medio de una conferencia que había convocado la Iglesia para evaluar el tratamiento de las deudas a nivel mundial.
Por
Martín Dinatale.
cronista.com