Bea Sever, sexóloga y responsable de una organización de menores trans, ha sido una de las últimas invitadas al matutino Aprendemos en Clan -un programa emitido por el canal infantil de RTVE-, para adoctrinar a un numeroso grupo de niños sobre «diversidad y deseo sexual». Las declaraciones de la activista trans han suscitado una reacción online por parte de familias y educadores que está confluyendo en una campaña de firmas lanzada en Tufirma.org.
Sever, que se presenta al público como el recurso óptimo «si tienes dudas con la identidad sexual, si quieres aceptarte y gozarte o mejorar la relación con tu propio cuerpo«, no ha dudado en invitar a los niños a «normalizar y visibilizar» la realidad transexual, pansexual y homosexual «en pelis, series y en las calles».
Conoce aquí las graves consecuencias que tienen los cambios de género en la salud mental y fisiológica de los afectados.
«Hace unos años no tenía ni idea de esto, pero quien yo pensaba que era mi hija resulta que era mi hijo«, comienza Sever ante la mirada de los presentes.
Durante la siguiente media hora, la sexóloga impartió lo que en algunos países ya es considerado ilegal mediante una cátedra presidida por el slogan trans ante 18 niños con cerca de 10 años de edad.
Aprendemos en Clan, que se graba en centros de educación infantil y primaria, es recomendado por el canal de televisión pública para todas las edades y públicos.
Interrogatorios infantiles de diversidad sexual
La sexóloga y la presentadora del programa, María José Malia, se dirigieron a los niños y jóvenes interrogándoles por la diversidad sexual, invitándoles a «entender que las personas nos vamos construyendo con nuestra identidad», «con cómo nos sentimos», o «con nuestra orientación del deseo».
Haizea, una de las asistentes al programa de Clan con la activista trans, se mostró en total sintonía con las tesis LGTB y convencida de que «descubres como eres mientras vas creciendo».
Desde el comienzo del programa es patente el adoctrinamiento que niños y jóvenes sufren en las escuelas y que consideran «normal» que un niño se vista de princesa. «Algunos seguro que si [se reirían de él] porque se tiene en el cerebro que las chicas tienen que llevar una cosa y los chicos otra«, dice una de las niñas.
Firma aquí la campaña lanzada en Tufirma.org contra el programa de adoctrinamiento LGTB de «Aprendemos en Clan».
A lo largo de su intervención, la activista trans se centró en hacer interiorizar a los niños tres «puntos clave»: Que «todos somos diferentes y que no hay nada normal y no normal«; «la importancia de visibilizar [la realidad de género] en películas, series y calles» para su normalización y el «conocimiento y educación» que los propios niños han «trabajado en clase».
En uno de los puntos álgidos del programa, una voz en off invita a los espectadores a interrogarse sobre si son chicos o chicas para definir la identidad sexual, es decir, «quiénes somos y como nos percibimos», ya que «todos tenemos características masculinas o femeninas en mayor o menor medida».
El programa infantil de Clan (RTVE) invitó a los niños asistentes y telespectadores a cuestionarse por su identidad sexual y a normalizar la ideología LGTB en las películas, en las calles y en las familias.
Acto seguido, el canal infantil promovió que la concepción de que esta identidad es «una forma de autopercibirnos» y que lejos de ser la que corresponde a hombre o mujer, «se construye a lo largo de toda la vida. La expresión de género es como muestras tu género según esos roles que se nos asignan«, mientras que la orientación sexual se define por «hacia quien sientes atracción física o emocional según su sexo».
Una opinión secundada por la misma sexóloga al contarle a los niños el ejemplo de su hija desde los 5 años, cuyo «cambio de identidad» promovió ella misma. «No es mi hija, sino que es mi hijo, y él siempre ha sabido que lo era, lo que pasa es que no entendía como el resto no podíamos verlo. Con 5 años conseguimos comprender lo que nos estaba expresando», considera.
La sexóloga y activista trans Bea Sever incidió durante todo el programa en que «todos somos diferentes» en la identidad de género y en la necesidad de normalizar este planteamiento.
Falda, maquillaje y tacones: «De chicos y chicas»
A continuación, la sexóloga y la presentadora invitaron a los niños a descubrir «si las cosas de chicos o de chicas son realmente así o pueden cambiar en función de la época» a través de un juego de expresión de género, en el que los niños debían responder si la falda, el maquillaje o los tacones «son solo de chicas, de chicos o de ambos«. La respuesta de los menores fue llamativamente ecuánime y en cada una de las opciones todos responden «de ambos», sin ninguna voz discordante.
En un juego de asignación de género, los tacones, el maquillaje o las faldas fueron asignados por los alumnos a «ambos sexos» sin excepción.
Solo al final del juego, la presentadora trató de emplear a la Virgen María como un argumento para sustentar esta tesis, ya que «antiguamente», «el azul claro se usaba para las niñas porque se asociaba con el color azul del manto de la Virgen María».
A continuación, Malia se dirigió a los niños para preguntarles qué pasaría si un niño fuese vestido de la princesa Elsa a una fiesta. «Sería normal», dijo uno de ellos, ya que «puede vestirse como él quiera si se siente bien». «Algunas personas se reirían, porque no se tiene en el cerebro que las chicas no tienen que llevar una cosa y los chicos otra«, añade otra niña.
Para niños de entre 10 y 12 años, que un chico se disfrace de princesa «es normal».
Preguntada por los motivos que llevan a una persona a burlarse de otra que «no entra dentro de la mayoría», una asistente al programa que no superaría los 12 años de edad no dudó en responder que «esas personas no han estudiado mucho este tema y no conocen lo que es«.
Otro de los niños, Kenneth, argumenta que si la gente [trans, pansexual, asexual…] pudiera expresarse mejor, podría normalizarse más para que no hubiese «conflictos». «Hace unos años tenía un amigo bisexual que no se lo había contado a sus padres», explica el joven de unos 10 años. «Me lo contó a mi porque tenía confianza y yo le acepté claramente. Cuando se lo dijo a sus padres, lo aceptaron tal y como es», añade el menor.
«Hay gente que le gusta ser chica y hacer las cosas que hacen los chicos como boxeo, el futbol o hacer gimnasia… Si una chica juega al futbol no dice que sea como un hombre, y si un hombre se pone falda o se pinta las uñas no dice que sea mujer. Mucha gente dice que la falda es para chicas, aunque a mi no me lo parezca así«, expone uno de los jóvenes presentes.
La sexóloga alentó a los niños y jóvenes a normalizar la adopción de actitudes femeninas en los niños.
Más allá de las proclamas de la sexóloga y activista trans, es llamativa la ecuánime opinión y convicción de los jóvenes presentes en que la realidad de los gays y lesbianas deben verse «más en la calle y que sea más normal». «Si la gente dijera lo que piensa sería más normal vestirse con falda y todas esas cosas«, opina uno de los niños. Otra de las niñas, Haizea, concluye reflexionando que la gente «debe hablar más de esto» e invita a «que se informen y que aprendan».
José María Carrera / ReL.
21 febrero 2022.