Los sacerdotes también llegan a tener errores porque son frágiles y es cuando el pueblo de Dios debe orar y pedir por ellos señaló el obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Toluca, monseñor Maximino Martínez Miranda durante la misa por la celebración de “San Juan María Vianney, patrono de los párrocos”.
“Hoy damos gracias a los sacerdotes por esa misión que desempeñan desde que realizan el bautismo en los niños al matrimonio o la unción de los enfermos en los adultos mayores. Ellos son quienes comparten la vida de Dios a través de los sacramentos”,
apuntó.
La misión de todo cristiano, subrayó, es amar a Dios y a su prójimo, pero en este día de manera especial vale la pena pedir por los sacerdotes para que continúen con su tarea de transmitir la palabra de Dios y compartir la vida divina del Señor por medio de los sacramentos.
Tenemos que pedir y orar por ellos para que estén ahí con nosotros en los momentos difíciles de la vida incluyendo la enfermedad y un sinnúmero de incomprensiones.
Al final de la ceremonia, que fue acompañada por una lluvia de aplausos de los presentes, el obispo auxiliar destacó que resulta muy reconfortante cuando los fieles católicos se acercan a los sacerdotes y después de tantos años les agradecen por los sacramentos recibidos.
¿Quién fue Juan María Vianney?
Juan María Vianney o también conocido como “Cursa Ars”, nació en Dardilly, Francia en un modesto hogar de labradores en el año de 1786. Su humildad, su predicación, su discernimiento y su capacidad para generar el arrepentimiento de los penitentes por los males cometidos fueron proverbiales, por lo que se le consideró un gran confesor.
En su recuerdo, esta fecha es un día para reflexionar sobre el sacerdocio y reafirmar el papel central del sacerdote dentro de la vida de la iglesia.
Con información de El Sol de Toluca/Rodrigo Miranda