Según el secretario personal de Benedicto, el arzobispo George Ganswein, «las condiciones de salud del papa emérito no son motivo de especial preocupación, salvo que son las de una persona de 93 años que atraviesa la fase más aguda de un enfermedad dolorosa, pero no grave».
La Santa Sede ha visto oportuno dar dicha información tras las declaraciones del periodista Peter Seewald a un diario alemán en las que dijo que Benedicto XVI está «extremadamente frágil» y «casi sin voz»
Con información de InfoCatólica