José María Guardiola, médico internista del Hospital de San Pablo en Barcelona, ha grabado una charla con Mercedes «Memé» Alsina, tetrapléjica que trabaja en la web de una librería virtual. Memé y la familia Alsina son bastante conocidos en varios ambientes católicos de la Ciudad Condal.
La charla la ha publicado aquí en Vimeo ACEB, la Asociación Catalana de Estudios Bioéticos, que promueve la bioética personalista.
Memé también es conocida por los lectores de ReL, como ejemplo de alegría y superación. Grabó un vídeo con Vividores antes de que se legalizara la eutanasia en España, que ha superado los 100.000 visionados.
Pero ahora la situación es distinta. Si ella quisiera, si se deprimiera, por ejemplo, podría pedir que un médico la matara. Y sería legal. De hecho, podría ser que un médico acostumbrado a matar con la eutanasia, decidiera, si la viera en una crisis, que matándola le hacía un favor.
– ¿Te da miedo que se instale la mentalidad proeutanásica en nuestros hospitales? -le pregunta el doctor Guardiola.
– Sí, eso sí que lo pienso a veces. Que si voy a un hospital y un médico no me conoce para nada y sólo valora mi situación, que diga ‘para qué ponerle los medios a esta chica, para que alargue su sufrimiento’… Ahora en los hospitales no dejan ir a la familia [por el coronavirus] y me da miedo que pueda haber un médico proeutanasia, que no me conozca, y que pueda valorar que mi vida no tiene sentido… -responde Memé.
– Quizá pensaría él que te hace un favor.
– Sí, lo he pensado. Y me asusta -señala ella.
Transcribimos a continuación el diálogo del vídeo.
– Tú tienes una limitación física, se puede decir, total…
– Total… 99 por ciento.
– No te veo nada desanimada.
– No, la verdad que no. Es verdad que siempre digo que he crecido así. Si eres mayor y de repente te pasa una cosa así… no sé como sería. Pero mi vida es así. Como si llevas gafas. Mi vida es así, y tal cual la quiero y la disfruto.
– ¿Tienes dolor?
– Sí, alguna vez, alguno.
– ¿Tienes sensibilidad para ello?
– Sí, algunas partes del cuerpo sí. Supongo que siento el dolor de forma algo diferente.
Memé Alsina habla de alegría en lo cotidiano pese a la enfermedad.
– Con la nueva ley de eutanasia, tú podrías pedir esa, digamos, prestación, debido a tus discapacidades, tu fragilidad. ¿Te lo has planteado?
– No, nunca, lo que yo quiero es vivir, y siempre, en momentos peores, he deseado la recuperación y seguir viviendo. Tengo una vida tan feliz y tan genial, que no me lo quiero perder. Es verdad que podría llegar a estar peor. Pero si llega eso seguiremos haciendo que la vida sea feliz, adaptándome a las circunstancias. Creo que sabré adaptarme.
– Hablas de una vida muy feliz, pero visto desde la perspectiva común de la sociedad actual, te falta mucho: movilidad, relaciones sociales, viajes…
– Claro, es que la gente plantea la felicidad donde, para mí, no está. ¿Dónde está la felicidad? En hacer el día a día y tener gente que me quiera. Y eso lo tengo, así que no me falta nada en la vida. Es verdad que he viajado. Pero viajar no es algo que me haga feliz, tampoco es fácil. Ir a ver un amigo, estar un rato con los sobrinos, la familia, encontrarme bien, seguir con lo que hago…
– Una persona como tú, en tus circunstancias, que se encontrara deprimida y pensara que su vida es inútil, podría pensar en pedir la eutanasia… y probablemente se la permitan.
– Me da pena. Esa persona no ha encontrado gente que la acompañe, que la quiera, que le ayude a descubrir lo que puede hacer para la felicidad. No tienen que ser grandes cosas: ver una película, probar esas gafas digitales, etc… Hay gente que se obceca, piensa que en casa no se puede ser feliz. Pero siempre hay algo que te pueda hacer feliz. Hay gente que el depender le hace sentir una carga.
– Pero una persona que no tenga un buen acompañante…
– Claro, pero la sociedad te ofrece la eutanasia y no acompañantes o un buen sitio para acogerte. La sociedad debe ofrecer esas personas, y en el cuidado del día a día la van a querer. El roce de las personas hace que nazca el cariño.
– En la ley hay un vacío del acompañamiento. De cuidados paliativos y del acompañar. Que la gente se quiera querida…
– Sí, es muy importante, también para personas no enfermas. Muchas veces no se sienten queridos y por eso hay tanta tristeza y tanto suicidio en nuestra sociedad.
– ¿Te da miedo que se instale la mentalidad proeutanásica en nuestros hospitales?
– Sí, eso sí que lo pienso a veces. Que si voy a un hospital y un médico no me conoce para nada y sólo valora mi situación, que diga ‘para qué ponerle los medios a esta chica, para que alargue su sufrimiento’… Ahora en los hospitales no dejan ir a la familia [por el coronavirus] y me da miedo que pueda haber un médico proeutanasia, que no me conozca, y que pueda valorar que mi vida no tiene sentido…
– Quizá pensaría él que te hace un favor.
– Sí, lo he pensado. Y me asusta.
– ¿Qué mensaje darías a los médicos que puedan estar a favor de la eutanasia?
– Que la vida es un regalo tan grande y tan impresionante que siempre hay que buscarle el sentido. Los médicos han de poder ayudar a la persona a seguir viviendo y disfrutando de este regalo. Evidentemente, sin sufrir, acompañando en todo el proceso hasta que llegue el momento, que nos llega a todos, de despedirnos de esta vida.
Haga clic aquí para ver el vídeo (de 11 minutos)
P.J.G./ReL