No eran simples juguetes. Era felicidad en sus manos… Ellos ven a sus padres correr de miedo buscando refugio, vieron arder sus casas y con ellas sus pertenencias y ahí también iban sus sueños, vieron llorar y morir a sus padres y uno que otro de ellos al menos cuatro, ya no están con nosotros, se fueron, la injusticia los alcanzó.
Pero éste seis de Enero fueron felices, llegaron sus regalos y con ellos la esperanza y el mensaje de de decirles que también hay personas buenas que aportaron para verlos sonreír.
GRACIAS A TODOS LOS REYES MAGOS QUE COOPERARON PARA LLEVAR FELICIDAD A NUESTROS NIÑOS INDÍGENAS DESPLAZADOS.
Mac Alfaro Misión
+Vida+Familia Chiapas
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