- Actualmente solo hay 22 institutos vinculados a las comunidades griega, armenia y judía.
- Para su supervivencia, hacen falta poco más de tres millones de euros en el presupuesto estatal de 2022.
- La solicitud que presentó un diputado armenio fue rechazada por el Parlamento con el voto contrario de la mayoría en el gobierno.
- La crisis de las instituciones está relacionada con el descenso de las minorías.
El partido del presidente turco Recep Tayyip Erdogan se ha negado a destinar fondos para las escuelas que pertenecen a las minorías del país: armenia, griega y judía. Solo quedan 22 escuelas en total, que hubieran necesitado poco más de tres millones de euros para cubrir todos los gastos y garantizar el año escolar. Sin embargo, el gobernante Partido Justicia y Desarrollo (AKP) ha cerrado los grifos, rechazando el pedido que realizó en el Parlamento el diputado armenio Garo Paylan, del Partido Democrático de los Pueblos (HDP), movimiento de oposición que incluye a la izquierda y fuerzas pro -curdas.
Las escuelas de las minorías armenia, judía y griega en Turquía atraviesan desde hace tiempo serias dificultades financieras, agravadas por la disminución gradual del número de alumnos. Por eso el diputado armenio Paylan presentó el 2 de noviembre un proyecto de ley para «aumentar los recursos» destinados a ese fin en el presupuesto 2022 del Ministerio de Educación de Turquía.
Se trata de un aumento mínimo, para permitir que las instituciones que son parte «de este país» puedan sobrevivir cubriendo «el costo de los salarios de los profesores y las necesidades inmediatas de los estudiantes». Las escuelas vinculadas a las minorías tienen cerca de 4 mil estudiantes y necesitan 40 millones de liras turcas (unos 3,2 millones de euros). Sin embargo la Cámara, por decisión del oficialismo (y sus aliados nacionalistas del MHP) rechazó la propuesta. Cabe destacar también la abstención de los republicanos (CHP). Los críticos señalan que, una vez más, esa votación expresa la «supremacía» del frente islámico turco en el Parlamento, que «no se interesa en lo más mínimo» por otros componentes -aunque importantes- de la nación.
No es la primera vez que Paylan experimenta en primera persona este enfoque discriminatorio hacia las minorías. Antes de incorporarse al Parlamento fue durante mucho tiempo director de la Escuela Armenia Yeşilköy, en Estambul. En una entrevista de 2010 señaló que las escuelas armenias dependían en gran medida de las donaciones para sobrevivir, mientras que el Estado cerraba cada vez más los grifos reduciendo los fondos que proporcionaba a través del Ministerio de Educación. Desde hace siete años no se atiende la demanda de al menos 2.000 liras turcas más por estudiante y la situación se ha ido deteriorando progresivamente. Los expertos consideran que el problema es la erosión cada vez mayor de la población turca no musulmana, donde el porcentaje de cristianos y judíos es del 0,1% sobre un total de 80 millones de habitantes. Este declive comenzó con el genocidio armenio de 1915, que Ankara nunca ha reconocido y fue decisivo en los cambios demográficos.
A principios del siglo pasado había 1.996 escuelas armenias, con 173.022 alumnos; de estas, 1.251 con más de 76.548 estudiantes, se encontraban en el oeste de Armenia (o el este de Turquía). Actualmente en esa región ya no hay escuelas armenias y las pocas que sobrevivieron se encuentran en Estambul, acosadas por una discriminación sistemática y referencias hostiles a las minorías en los libros de texto. «La identidad y el nacionalismo turcos – explica un informe de 2017 de la Constantinopolitan Society – se promueven como valores fundamentales, mientras que se ignora la cultura minoritaria [… y algunos textos] incluyen declaraciones xenófobas contra ella».
Estambul, Turquía
AsiaNews.