El flamante miembro del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral de la Santa Sede, Juan Grabois, disertó desde la Academia de Ciencias Sociales del Vaticano y se mostró a favor de «retomar los planes quinquenales» para que el mundo ingrese en un «humanismo revolucionario».
El dirigente social y referente del Frente Patria Grande, Juan Grabois (*) pidió hoy un «humanismo revolucionario» con eje en «tierra, techo y trabajo», las denominadas «3T» enarboladas por el papa Francisco junto a los movimientos populares, al participar de un foro vaticano sobre «el fin de la pobreza» en el que también se mostró a favor de «retomar los planes quinquenales» como planificación.
«El concepto humanismo contiene en su etimología la pertenencia e interdependencia a la tierra, humus, mientras que el carácter revolucionario consiste en cambiar el eje de rotación del sistema-mundo para revertir la crisis eco-social», planteó Grabois desde la Academia de Ciencias Sociales del Vaticano.
Para el también miembro del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral de la Santa Sede, «la conjunción de los conceptos revolución y humanista es consistente con la tradición cristiana y la doctrina de Francisco que nos ha dicho ‘nuestra fe es revolucionaria‘».
«La revolución consiste en colocar la humanidad en su sentido amplio como centro; desplazando los falsos valores de acumulación, extracción, productividad y competencia», dijo Grabois. En ese marco, según el referente de los movimientos populares, el humanismo revolucionario «no implica predicar recetas ni ningún modelo en particular, sino un cambio de prioridades, actitudes y, fundamentalmente, Gobierno«.
En su discurso en el foro del que participaron también el economista Jeffrey Sachs y monseñor Marcelo Sánchez Sorondo ,entre otros, Grabois planteó a las denominadas «3T» como «ejes del humanismo revolucionario«.
En ese contexto, se mostró a favor de un «cuidado de la casa común y su aprovechamiento en función de los intereses humanos», con eje en una «reforma agroalimentaria» que garantice «acceso a la tierra, soberanía alimentaria, transición energética y sustitución del extractivismo».
Grabois planteó además «la necesidad de retomar la planificación a largo plazo y los planes quinquenales para garantizar las 3-T y los bienes básicos para la vida, sin que esto implique negar la importancia de la propiedad individual y los mercados«.
Durante su viaje, el dirigente y abogado realizó distintas actividades tendientes a la concreción de la segunda sesión de una nueva edición del Encuentro Mundial de Movimientos Populares que se hará el 16 de octubre a las 9 (hora de Argentina), para el que se espera un discurso del papa Francisco.
Juan Grabois es un gran amigo y hombre de confianza del Papa Francisco desde que era arzobispo de Buenos Aires; y luego, en Roma, el Santo Padre lo ha nombrado asesor del Consejo Pontificio de Justicia y Paz del Vaticano, encargado de la organización de los “Encuentros de los Movimientos Populares”. El dirigente popular es un declarado militante marxista, promotor de agitaciones en barrios periféricos e industrias de Buenos Aires y un gran admirador de Hugo Chávez. Es co-fundador del “Movimiento de Trabajadores Excluidos” y forma parte de la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP) en Argentina.
Juan Grabois no oculta su admiración por la Revolución Rusa de 1917 y su gestor, Vladimir Lenin, constata con satisfacción la expansión del comunismo por el mundo durante muchos años y destaca como hitos históricos las revoluciones de Mao Tse Tung, Fidel Castro y el Ché Guevara. Ansioso por ver una sociedad sin clases, considera la rebelión zapatista de 1994 y el movimiento bolivariano de Hugo Chávez como los preanuncios señeros de la marea popular anticapitalista que se avecina para este siglo XXI.
En suma, Grabois, nostágico de Perón y el justicialismo argentino sueña con la utopía de grandes cambios sociales, rebeliones y “gobiernos populares”, al estilo cubano y venezolano. Estos antecedentes ideológicos pueden ser cotejados en el texto de estudio que Grabois publicó junto con su compañero de luchas, Emilio Pérsico, Secretario de Agricultura Familiar del Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner y líder del Movimiento Evita: “1) Nuestra Lucha. Cuadernos de formación para trabajadores, militantes, delegados y dirigentes de organizaciones populares”. En la portada de este cuaderno se lee el sugestivo slogan: “Por una sociedad sin esclavos ni excluidos. Por una economía al servicio del pueblo. Por la unidad de los trabajadores y los humildes. ¡Sin poder popular no hay justicia social!”.
Saturnino Cardoso/ManuelMalaver/