En los últimos meses, un número creciente de varones católicos en Polonia han dado testimonio público de su fe. Las concentraciones mensuales del Rosario «masculino» en ciudades como Varsovia han atraído a un gran número de hombres y han dado al mundo católico una imagen digna de emular, con hombres que salen a la calle y se arrodillan en oración. Los católicos de Irlanda han recogido el testigo.
Un grupo de irlandeses ha participado en la primera inciativa de este tipo rezando públicamente un Rosario en Derry (Eire) el pasado sábado. En las imágenes del evento se puede ver a los hombres con las cuentas del Rosario en la mano, con una estatua de Nuestra Señora de Fátima al frente y en el centro.
Los transeúntes se mostraron intrigados y atraídos por la devoción de los hombres católicos que rezan, algo que parece haberse olvidado en la sociedad irlandesa del siglo XXI.
Se espera que estos actos se conviertan en algo habitual y se extiendan por toda Irlanda. Con buena parte de la fe católica reducida la esfera privada y siendo minoritaria la presencia de hombres respecto a la de las mujeres en la mayor parte de las Misas, se espera que este testimonio público tenga un efecto imán y produzca conversiones.
Por supuesto, nada impide a las mujeres unirse a los hombres en el rezo del Rosario, cosa que ha ocurrido en Derry.